Llamaban "aguiluchos" a los barceloneses partidarios del archiduque Carlos que en 1704 propiciaron un intento de desembarco aliado en Barcelona contra Felipe V, a pesar de que este rey había jurado en 1702 la Constitución de Cataluña.

El 20 de junio de 1705 los caudillos "Aguiluchos" catalanes formaron el pacto de Génova, una alianza militar entre Cataluña e Inglaterra en virtud de la cual Cataluña se comprometía a luchar por la causa del pretendiente al trono español. Carlos de Austria, con la ayuda militar de Inglaterra, y ésta se comprometía a defender las Constituciones Catalanas fuera cual fuera el resultado de la guerra.

En octubre de 1705, las tropas del archiduque Carlos de Austria tomaron Barcelona al asalto y le Generalidad de Cataluña y los "Aguiluchos" de Barcelona le aclamaron como a un libertador. En abril de 1706 las tropas de Felipe V, con el mismo rey a la cabeza, iniciaron el sitio de Barcelona para reconquistarla. Después de bloqueada la ciudad, las tropas borbónicas empezaron las operaciones para la conquista del Castillo de Montjuic, desde el cual rindieron a la ciudad.

El 8 de mayo llegó a Barcelona una flota inglesa bajo el mando del Almirante John Leake provocando el levantamiento del sitio y la huida de las tropas borbónicas.

A finales de 1710 las tropas austracistas (Carlistas), después de haber penetrado hasta Madrid, se batieron en retirada hacia Barcelona, siendo derrotadas en sucesivas batallas, y a principios de 1711 Felipe V entró en Zaragoza sin resistencia, mientras un ejército francés cruzaba la frontera para tomar Gerona, conservando únicamente parte de la Cataluña en territorio peninsular.

En las negociaciones de la "Paz de Utrecht" los embajadores de Carlos VI insistieron en que el Principado de Cataluña fuera elevado a la categoría de república independiente. Pero el 14 de marzo de 1713 los ingleses se comprometieron a evacuar Cataluña. Ante las noticias del abandono inglés se convocó en Barcelona una "Junta de Brazos" para deliberar si Cataluña debía someterse a Felipe V o proseguir la guerra en solitario, decidiendo continuar la guerra el 9 de julio de 1713. Las tropas borbónicas al mando del duque de Pópoli exigieron la rendición de la ciudad, siendo rechazada.

El asalto final se produjo cuando el Mariscal James Fitz-James, duque de Berwick, llegó a Barcelona en julio de 1714 con 20.000 soldados franceses. La artillería bombardeó intensamente la muralla Norte y tras abrir dos brechas, las tropas borbónicas asaltaron las posiciones, hasta que, finalmente, los Tres Comunes de Cataluña resolvieron la rendición de la ciudad que fue ocupada el 13 de septiembre de 1714.