Con el Ayuntamiento hemos topado, suelen repetir con asiduidad los emprendedores y empresarios que desean abrir un negocio en Zamora. Es tarea dura y difícil, por no decir que casi imposible. Hay que ser un estoico para aguantar los embates y los envites que se plantean desde el pertinente servicio municipal. Se echa la culpa a los políticos de los males mayores y menores que acaecen en este tipo de cosas y nos olvidamos fácilmente de los técnicos. ¡Oh, los técnicos! Gente cualificada, gente estupenda, los que están cualificados y son estupendos, porque los que están por pisar el callo, por el "no es no" al más puro estilo Sánchez, unas veces acaban con la paciencia y otras ayudan a la desesperación del solicitante.

¡Por Dios y por la Virgen! No se pueden poner tantas trabas, sobre todo cuando todo está correcto. Algo tienen que hacer desde el lado político y no que parecen atados de pies y manos.

Señor Guarido, así Zamora no prospera, ni prosperará nunca. La gente no se va en función de este o del otro partido, de los que han estado muchos años o de los que llevan poco. La gente se va harta de trabas, de burocracia y de esas cuestiones de las que cientos de zamoranos hablan y no precisamente bien.

Ya les vale, que tras hacer todo lo que se pide, los permisos tarden seis meses y un año. Es la ruina de los empresarios y de los futuros empresarios. El que lo haga mal que lo pague con las demoras que los técnicos estimen oportunas hasta que todo esté correcto, pero que no paguen los que lo hacen bien, los que tienen la obra perfectamente supervisada. Que los técnicos, hombres y mujeres, es gente encantadora, que hacen muy bien su trabajo, estoy segura de ella. Estoy convencida de que es necesario el apoyo de un experto en la organización municipal, que sin ellos nada sería igual. Pero lo que no pueden ni deben hacer es demorar en exceso las obras viejas y nuevas, por chorradas fácilmente subsanables de buen rollito.

No me extraña que muchos opten por irse fuera de Zamora. Es por culpa de estas situaciones que el Ayuntamiento está en la obligación de enmendar. La propuesta del técnico es la que va adelante, correcto. Pero ¿quién evalúa al técnico?

El señor Guarido tiene una "espinita clavada", precisamente esa, pero yo me preguntó si está haciendo algo para arrancársela. Ese servicio en concreto sufre una quiebra, y no económica, de la que hablan los expertos con argumentos que los políticos tienen que tomarse en serio. El señor Guarido tiene que reunirse con un grupo de expertos procedentes de distintos ámbitos para ponerse al corriente de la realidad, de lo que ven a la legua los que no están cegatos perdidos. No se puede putear al personal de la forma que se viene haciendo desde Obras. Que sí, que hay que ser riguroso, pero sin pasarse, pero sin poner tantas piedrecitas en el camino. No me extraña que sean más los establecimientos que se cierran que los que se abren. Con el Ayuntamiento hemos topado, amigo empresario.