La globalización acercapersonas, información, materiales y todo tipo de organismos a gran velocidad. Ha hecho que nos sintamos ciudadanos y ciudadanas del mundo, pero un mundo donde el mercado campa a sus anchas. El poder de la mano del comercio, en este planeta globalizado, nos cuenta una historia en la que se intercambian personajes y escenarios para representar una y otra vez la abominable obra del extractivismo.

Según Gudynas, 2001 El extractivismo se refiere a actividades que remueven, de forma intensiva, grandes volúmenes de recursos naturales, y cultivan de manera agroindustrial, sobre todo para exportar según la demanda de los países centrales?

¿Quiénes son los personajes de nuestra historia? ¿Somos las personas del norte, de los países llamados desarrollados, simples observadoras de este dantesco espectáculo mundial?

En el sur, las mujeres indígenas, defensoras de su tierra y sus gentes, se levantan contra Goliat, con la fuerza que nace del fondo de su ser; donde engendran la vida por la que luchan, con la firme determinación de hacerlo por todos los hijos e hijas del planeta. Ellas son, desde el inicio de nuestra existencia, las guardianas de la vida. Madres y campesinas son pacientes centinelas de la salud y del sustento. Ellas libran una batalla continua que apenas permite tomar aliento. Las defensoras, armadas con su coraje y su voz, tratan de parar los megaproyectos de empresas extranjeras que como un cáncer voraz intenta adueñarse de los territorios ajenos para su propio beneficio.

No olvidemos que, en el juego del extractivismo, cobran vital importancia los tratados de libre comercio ya que, si los gobiernos no cumplen con las expectativas de una empresa extranjera, son duramente sancionadoseconómicamente. Por ello, los Estados prefieren tomar medidas contra la población que pagar las sofocantes indemnizaciones si frenan los megaproyectos. Ahora bien, no hay medidas en dichas medidas. Se tildan de terroristas a las personas que se oponen o dificultan el desarrollo de los proyectos, se encarcela a los manifestantes y se amenaza a los y las defensoras. Ellas han sido además en los últimos tiempos el primer objetivo de las agresiones, por el carácter debilitador que tiene para las poblaciones por ser madres, hijas, esposas?mujeres.

Entre 2012 y 2014 se registraron más de 1600 agresiones a mujeres defensoras de los derechos humanos solo en El Salvador, Honduras, Guatemala y México. En estos mismos años, 42 defensoras han sido asesinadas. Las mujeres enfrentan riesgos particulares por su género, ya que confrontan una estructura tradicionalmente patriarcal que oprime doblemente y desprotege por omisión. Muchas defensoras enfrentan este patriarcado en sus familias, sus poblaciones e incluso en las mismas asociaciones desde donde luchan por la defensa del territorio. El uso de la violencia contra la mujer para infundir el miedo mantiene la estructura del poder patriarcal. En otros muchos países e incluso en culturas dentro de nuestro país, la voz de las mujeres se vuelve quebradiza por el miedo, ya que desde niñas son relegadas a un segundo plano, donde no se puede hablar; y levantar la voz para protestar puede causar repudia o muerte.

Sin embargo, a pesar de las presiones, las amenazas y su dilatación en el tiempo, las defensoras siguen en pie, porque no van a vender la naturaleza a la que saben que pertenecemos. Muchas de ellas luchan con sus hijos e hijas a pesar de no ser propietariasde los terrenos. Ellas no permiten que las mineras y petroleras escarben las entrañas de la Tierra sin piedad, que los grandes proyectos hidráulicosdesvíen las aguas y acaben con todo los seres que viven en ellas o que el monocultivo industrial de palma haga desaparecer la selva. Defienden la vida y los pulmones de nuestro mundo de las empresas extranjeras y nos exigen responsabilidades.

Hay un evidente lazo norte-sur por el que tenemos una ineludible responsabilidad. A través de este lazo, sus historias se entrelazan con las nuestras, ya que con nuestro consumo apoyamos empresas de países como el nuestro, que cometen directa o indirectamente atropellos contra los derechos humanos y el medio ambiente. Sus productos son vendidos enmascarados en publicidades verdes y de buenas prácticas. Nuestra responsabilidad es nuestro consumo. Estamos implicad@s.

Tenemos las claves para cambiar el sistema que oprime y apoyar a las defensoras que luchan por la riqueza natural, la biodiversidad del mundo y la salud de nuestra Tierra. Por eso, desde la Asociación Entrepueblos hemos organizado las jornadas "defensoras del territorio", los días 8 y 9 de Junio, a las 20:00 h. en el Salón de actos del Museo Etnográfico con la intervención de la coordinadora del MST (Movimiento de los trabajadores rurales sin tierra de Brasil) que nos lleva en su charla a través de las vidas y pasiones de las defensoras. Con ella compartiremos experiencias, visiones y estrategias.

(*) Miembro del colectivo Entrepueblos