El pasado día 16 de mayo, hemos recibido un fatal noticia, la que nunca nadie quiere recibir, la que te destroza a cachos, la que se te mete en el corazón y no eres capaz de reaccionar, la que te deja inmóvil y te hace pensar muy seriamente a que hemos venido, que hacemos aquí, fallecían en un accidente de tráfico Pepe y Lauren, el infortunio de la vida nos ha privado de seguir escuchando sus risas, de compartir su amistad, de oír sus consejos y sobre todo esa sonrisa de Pepe que nunca le falto hasta el último día.

Se me hace difícil escribir estas palabras por la emoción después de estos últimos días tan duros, pero no puedo dejar pasar la ocasión de decir que he tenido el privilegio de haber sido amigo de dos grandes personas Pepe y Lauren por todo lo vivido cerca de ellos, por los consejos que siempre me han dado, no dejo de pensar en Pepe seguidor a ultranza del Real Madrid, las disputas de futbol que siempre hemos tenido y lo cascarrabias que era conmigo defendiendo a su Madrid, el gran apoyo que siempre me ha dado tanto de valores humanos, como ayudas económicas a mi equipo de futbol (el que siempre considero suyo) el CD Zacomfi (hoy UD San Lorenzo) y no dejo de pensar en Lauren por que ha visto crecer a mi hijo y nunca le falto algún consejito cuando era un bebe, tapate que cojes frio etc y todas esas palabras que se dicen a los niños cuando son pequeños, y muchas más cosas que son imposible enumerar.

Su familia ha tenido días durísimos, han pasado en un segundo de ser una familia muy unida y superfeliz, a dejar de tener a su lado a sus dos grandes pilares, sus padres. Estos son los tortazos de la vida, en un segundo cambia todo, se marchitan las ilusiones, los proyectos, las alegrías etc, pero la gente que estamos a su lado sabemos que lo peor no ha llegado aun, y cuando sus hijos Fernando, Ana y Sara, tengan que luchar diariamente con la vida sin su apoyo, sin sus consejos, sin su ayudas, y como no, sin su cariño y amor hacia ellos, eso sí será un dolor indescriptible, pero hay os aseguro amigos que estaremos todos juntos, para ayudaros y daros ese aliento que en los malos momentos seguro que os faltara y estaremos apoyándoos con lo único que nos queda, que son las lagrimas de dolor y los recuerdos, que eso nunca se borrara de nuestras memorias.

Hay una cosa que siempre dicen los lugareños, cuando la gente deja este mundo y en su último adiós se congrega una gran cantidad de gente entre familia, amigos y conocidos y ahí un silencio sepulcral, es que en su paso por la vida, tanto Pepe, como Lauren, han dejado una gran huella difícil de tapar, y ese es un privilegio que no está al alcance de todos, por lo que a la familia, amigos y conocidos, nos tiene que quedar ese orgullo de a ver sido participes en la huella que han dejado en todos nosotros y que para labrar la nuestra propia ellos nos han ayudado y enseñado a seguir sus pasos.

Muchas gracias Pepe por tu sonrisa, muchas gracias Lauren por tus consejos, muchas gracias por toda vuestra dedicación a los amigos y a familia, gracias a los dos de corazón, ha sido un placer haberos conocido y a ver sido parte de vuestras vidas y sobre todo mil gracias por la buena gente que dejáis aquí, que como decíais en muchas ocasiones, nuestro gran legado son Fernando, Ana y Sara y todo los demás que viene por detrás.

No os quiero decir adiós, si no hasta pronto amigos.

José Mollon Refoyo