Dados los múltiples casos de corrupción que están sacudiendo estos días al PP, por mucho que Rajoy diga que no pasa nada, es lógico que el rumor de una moción de censura, para la cual en teoría dan los números, haya sido motivo de reiterados comentarios en círculos políticos y mediáticos, que no económicos pues las elites y oligarquías siempre cuidan de quien las pastorea y atiende según sus necesidades. Pero tampoco se insistía mucho, pese a lo hediondo de la situación, porque una entente entre un PSOE sin líder, un Podemos radicalizado hasta extremos ridículos, y Ciudadanos guardando las espaldas populares se presentaba y presenta como totalmente imposible por mucho que la idea pueda gustar a las izquierdas, sobre todo por darse el gusto de dar la patada a Rajoy.

Sin embargo, Podemos, sigue tan ajeno a la realidad española como el PP, cada uno en su lado opuesto, en su extremo, y no comprende ni parece que vaya a comprender que los españoles tienen con el partido de extrema izquierda mucho que perder y nada que ganar - lo contrario de la condición revolucionaria - o sea que no admiten ni en bromas aventuras de ese género, y ha vuelto a meter la pata como ya hizo antes cuando Iglesias se postuló como vicepresidente de un hipotético Gobierno a través de una coalición con el PSOE lo que propició el alejamiento y el desquiciamiento posterior de unos y otros. Y ha anunciado ahora una moción de censura para derribar al Gobierno que de manera inmediata ha sido unánimemente rechazada por aquellos a los que se dirigía el ofrecimiento: PSOE y C´s.

A los socialistas parece que incluso les ha indignado bastante la cosa, según se desprende de su portavoz en el Congreso, aquel que decía una y otra vez "no es no" pero que luego, por eso de que tiene que pagar la hipoteca, traicionó a Sánchez y se puso al servicio de la Comisión Gestora. Ve mala fe en la propuesta de Pablo Iglesias y aprovecha para recordar el pasado reciente y cual fue la postura adoptada por Podemos cuando pudo, solo con haberse abstenido en la investidura del entonces candidato del PSOE, haber llevado a cabo el cambio de Gobierno. Por su parte, Sánchez, Díaz y López, los tres aspirantes a la secretaria general del partido han apoyado la decisión de su partido, aunque el primero de ellos se siente perjudicado por Podemos de cara a la militancia que le aúpa.

En cuanto a C´s ni siquiera hacía falta que dijese no. Ven el anuncio como un circo, un número más de cuantos acostumbra a protagonizar Podemos. Y otros que se han dado prisa en la negación son los del PNV, lo que demuestra que hay acuerdo para aprobar las cuentas del estado a cambio de acercar a los presos etarras. Pese a todo, Iglesias reitera que se seguirá adelante con la moción de censura, lo que el PP califica como una mera charlotada. Realmente es algo que puede que tenga pies, una base para ello dada la corrupción descubierta y por descubrir, pero que en cualquier caso no tiene cabeza, y menos tal y como se ha pretendido hacer. Un espectáculo, sí, que aunque sin consecuencias decisivas, no sería bueno para Rajoy ni su partido, desde luego, pero que peor sería aun para Podemos.