Como todos los años, el santoral nos dice que el 23 de abril se conmemora la festividad de san Jorge, que no sant Jordi. Entre otras cosas porque el santo titular del día no era catalán. El día de san Jorge conmemora la muerte de Jorge de Capadocia el 23 de abril de 303. Es el santo patrón de países como Bulgaria, Etiopía, Georgia, Inglaterra o Portugal y de ciudades como Tombuctú en Malí. En lo que a España se refiere, el 23 de abril es el día de dos comunidades autónomas: Castilla y León y Aragón. Sin embargo, para la mayoría de medios de comunicación españoles, fundamentalmente las televisiones, el 23 de abril es el día de sant Jordi, con su libro y su rosa incorporadas que solo sirven para que Carles Puigdemont saque pecho y nos insulte una vez más, diciendo que "la festividad de sant Jordi refleja a Cataluña como un país culto que hace del libro y de la rosa sus armas más poderosas". Y como en el resto de España estamos por civilizar y utilizamos como armas el puño y la faca, sobre todo las teles se lanzaron el pasado domingo a hacerle el caldo gordo a Puigdemont.

No sé si para este señor, España representa el dragón al que el Jordi catalán está en la obligación de exterminar, pero casi. Lo ocurrido el pasado domingo solo pone de manifiesto una cosa: que a los medios de comunicación, Castilla y León sobre todo, y Aragón también, les importa un bledo. No sé si ambas comunidades juntas o por separado habrán ocupado un minuto en los distintos informativos patrios. Hay que exceptuar, lógicamente, a los regionales y locales propios de cada una de ambas comunidades. Es vergonzoso lo que se está haciendo para tratar de contentar a una permanente descontentadiza como es Cataluña, si con eso creen que habrá un acercamiento, si con eso creen que los independentistas se van a echar atrás, se equivocan.

¿Qué pasa? Pues qué ese día todos nos catalanizamos de alguna manera. He ahí el triunfo de los Puigdemont y compañía. Todos nos hemos apresurado a hacer del libro y la rosa nuestro objetivo primero y no sólo eso, nos hemos dedicado a "guasapear" con mensajitos basados en ambos símbolos. Servidora la primera. No me muestro muy satisfecha. Incluso mi amiga Eva, me replicó diciendo que no tocaba, que eso era propio de Cataluña y que aquí se celebraba otra cosa. Caí en la cuenta de que tenía razón. Tengo la sensación de que no le sentó muy bien. Porque mi amiga Eva, vive apegada a las tradiciones y costumbres de esta tierra y no perdona un olvido. El 23 tocaba Cristo de Valderrey y a El había que entregarse, en amor y compaña, para pedirle lluvia y lo que fuera menester. En lo regional ya se encargan los políticos, en Villalar, de soltar cada uno su rollo cada vez menos reivindicativo y sí más festivo.

No soy la única española que protesta por este trato desigual en los medios. Son muchos los que se han percatado de semejante desigualdad de trato. Cataluña no tiene el monopolio de san Jorge. Como tampoco tiene el monopolio del día 23 de abril. Las cosas compartidas son más solidarias, más iguales, pero Castilla y León y Aragón parecen tener un nulo peso específico en el conjunto de España. Hemos quedado para una pequeña referencia dicha a toda prisa y poco más. Si Zamora está necesitada de un Plan 10 que se queda corto, Castilla y León está necesitada de un plan 1000 porque, al paso que vamos, acabaremos por desaparecer de los mapas. No sería la primera vez que para según qué publicación, Zamora pintaba menos que nada.