En la liturgia de la Iglesia nada se canta por casualidad. Y las antífonas que propone el Misal Romano para la Semana Santa expresan en pocas palabras lo mucho que se está celebrando. El canto latino propuesto para el Domingo de Ramos se titula "Pueri hebraeorum", con un título tomado de sus primeras palabras: "Los niños de los hebreos, llevando ramos de olivos, salieron al encuentro del Señor, aclamando y diciendo: ¡Hosanna en el cielo!". Se canta en la procesión inicial de la Misa del Domingo de Ramos, con las palmas y ramos bendecidos. Este arranque de júbilo se encontrará después, en la misma celebración, con el horizonte dramático de la muerte de Jesús, ya que se lee en la Misa la Pasión de nuestro Señor Jesucristo según San Mateo (por encontrarnos en el año A del ciclo trienal de la liturgia).