Nosotros, caballeros del infinito dragón subversivo y calabaza, que asomaba sus múltiples cabezas sobre las oscuras golondrinas cotidianas. Que un día soñamos con desbaratar lo oscuro y triste de la muerte de un zarpazo. Supimos pronto de lo bello y curvo de cada derrota, de la dulzura del silencio que mueven los que descansan.

Sospechamos que el circo era aquél ámbito singular, un espacio mítico, donde jugar con la vida. Lo anunciaba la trompeta portadora del espíritu de una cabra que, aunque abollada y muda, por herida en cien batallas, le cambiaste al gitano. Historias de amor. Tú, Ángel Bariego, "domador de sueños" Y Ameb-Art, cráter lunar, surgido en el desierto de la rosa, contó desde su inicio entre sus mesnadas con este Ángel. Con la complicidad, el impulso sostenido y un cariño sazonado a golpe de sopa de ajo por la discreta Leona de ojos azules que siempre te acompaña.

Nosotros, los menos venidos a más - venidos a todo- , siempre Desengaño como transparente bandera, en constante tropiezo, degustando fracasos, compartiendo la risa, el beso y el saber que "la Derrota es estéticamente muy superior a la Victoria". Acompañados , Ángel, por vuestra tranquilidad acogedora. "No lo turba la fama, ese reflejo . De sueños en el sueño de otro espejo. Ni el temeroso amor de las doncellas. Libre de la metáfora y del mito. Labra un arduo cristal: el infinito Mapa de aquel que es todas las estrellas", decía Borges secundando nuestra trayectoria.

Lo sabíamos, toda realidad exterior es o puede ser realidad estética: eso lo aprendimos con Oteiza. Nos era preciso hacer la propia lectura de los mundos, recuperar los materiales de la narración, reencontrar lenguajes que intermediaran con la Memoria... Descubrimos que era a favor de la manoseabilidad de los espacios urbanos como había que transformar simulacros en realidades. Era mediante la acción como se plasman los sueños y las ideas, utilizando los espacios públicos en su dimensión corpórea como lugar de encuentro y comunicación. Con la inmersión de la expectativa en Participación. Lo sabíamos, aunque por las tardes merendábamos con hermosos borrachos o alzásemos a escondidas monumentos para inventar esas pequeñas historias que asesinen la Historia, de forma que sea imposible que el Pasado nos viva y que el Futuro nos suceda Si, hermano "el espectáculo como realidad de lo posible". Y allí estabas siempre tú, Angel Bariego, que ya habías subido al andamio de las desilusiones, aunque eso no te impedía seguir asegurando nuestras querencias con hilos muy sutiles. "Para que la Madre pueda ser de una vez la Tierra, para que el Padre sea por fin el Universo" poeta MAIAKOWSKY.

La ejecutiva Ameb-Art, con muda emoción:

Te otorga, por último, la medalla que nunca has recibido. Será un círculo vacío que a fuerza de ponerse de perfil se ha transformado en una fínísima línea, engarzada a un lazo púrpura donde debería estar escrito con agua bendita "no tiene más sueños el que más le pesan sino el que levanta más polvo al arrastrarlos". Querido Ángel continuemos engendrando la utopía como pensamiento simbólico que supere la inercia de la realidad y haga lugar a lo posible. Uniremos las manos en el acto creador para construir un hueco, un espacio común, donde se acurruquen las semillas que hacen germinar los sueños.

(*) Componentes de AMEB-ART.