El Parlamento va a crear una comisión, en la que están de acuerdo la totalidad de los partidos, para investigar lo ocurrido realmente en el sector financiero desde el Gobierno de Zapatero y con Fernández Ordoñez al frente del Banco de España. Podemos fue el primero que pidió esta comisión y luego se fueron uniendo PP, Ciudadanos, y por último PSOE. Con una singular variante pues mientras el motivo principal que todos aducían era el caso Bankia y la salida a bolsa de esta entidad nacionalizada, ha sido precisamente el PP quien ha abogado por una investigación total al sector desde que se iniciara la crisis, tan especialmente dura en España debido a la circunstancia por la que atravesaban la mayoría de los bancos y cajas del país, lo que obligó a un rescate de 120.000 millones - solo en Bankia 24.000 - al que nunca hace referencia directa Rajoy. No será, se ha dicho, pero veremos, una comisión ante la que hacer el paseíllo, si no que deberá haber conclusiones y responsabilidades.

Bien está empezar a investigar ya de una una vez lo ocurrido en los tiempos del nefasto Zapatero que hundió el país, al no advertir la crisis ni tomar medidas contra ella, además de hundir a su propio partido, que no levanta cabeza desde entonces. Antes debió hacerse, aunque hay que reconocer que había entonces asuntos más importantes a los que atender, con la herencia recibida. Y no solo respecto a la situación del sector bancario y también del inmobiliario, cuya burbuja el mismo Gobierno fomentaba pese a las advertencias en contra desde diversos ámbitos profesionales, sino igualmente a algunas de sus controvertidas leyes, pero se desaprovechó la mayoría que el PP tenía. Ahora, el Banco de España que parece que no se entera de nada de cuanto ocurre en el sistema, tiene encima varias imputaciones y dimisiones y se investiga la labor de Fernández Ordoñez que fue el adalid de la reorganización del sector y la fusión de las cajas hundidas por la pésima gestión de los politicastros. Algo que ha permitido siempre lo que más agudamente que nunca sucede a la sazón: que la banca haga lo que le venga en gana -como las compañías telefónicas y las eléctricas - sin que nadie sea capaz de frenar sus unilaterales decisiones, y menos que nadie los partidos y las instituciones.

Bancos y cajas, lo que queda de ellas, tendrán que soltar ahora el dinero cobrado a través de las cláusulas suelo de las hipotecas. Ha sido un expolio masivo, ante el cual el Banco de España, otra vez, tampoco se enteró. Pero pondrán todas las pegas posibles a la hora de devolver lo indebidamente cobrado. Que en todo caso volverá a sus arcas de una u otra manera, especialmente a base de comisiones cada día mas elevadas y alevosas, ante las cuales los poderes públicos hacen lo mismo de antes, lo de siempre: nada. Cobran y cobran por todo, bancos y cajas, confiando en eso, en que para la mayoría de los clientes, lo mismo que pasaba con las cláusulas suelo, el abuso pasa inadvertido, perdido en el tráfago de los recibos on line, aun mas difíciles de controlar. Y encima la gestión suele ser mala, rutinaria, lo mismo que el caro servicio ofrecido. Pero ellos mandan, y siguen ganando millones.