Tan mal está el PSOE, tan roto, tan desunido, tan enfrentado, tan dispuesto a todo por salvar la cara al menos, y tan poco convincentes resultan sus hasta ahora tres candidatos a secretario general del descabezado y desnortado partido, que vuelven a recurrir, como en los tiempos del nefasto Zapatero, a arremeter, enarbolando el ariete de la mal llamada memoria histórica, contra el franquismo, contra lo poco que pervive todavía de la dictadura. Piden o vuelven a pedir, porque ya aburren, que se trasladen los restos del general Franco a otra parte y que se otorgue al monumento del Valle de los Caídos una función y un carácter diferente al que todavía conserva.

Parece como los socialistas quisieran con esta petición presentada en el Congreso tratar de limar un poco la mala imagen que su acercamiento indisimulado al PP puede estar originando en sus bases, cada vez más inclinadas a la izquierda como demuestra el fervor que sigue despertando Pedro Sánchez y y su "no es no", que de ganar las primarias del PSOE podría forzar, con la ayuda de Podemos, que Rajoy hubiese de convocar nuevas elecciones ya. Lo que quieren los del otro lado, la Comisión Gestora y la inevitable Susana Díaz es mantener la situación, apoyando al Gobierno hasta que el PSOE tenga un líder, se organice y pueda levantar cabeza. Una división de lineas ideológicas y estratégicas que podría beneficiar al tercer aspirante, a Patxi López, más equidistante, menos radical, con mas veteranía política, y que tal y como están las cosas pudiera ser la solución mas idónea y conveniente. Pero como el PSOE se ha convertido, lo mismo que Podemos, en la otra casa de los líos, la propuesta del resentimiento ha salido de Susana Díaz y sus huestes andaluzas, su principal y casi única referencia,

Lo que a la par hace llegar a una conclusión bastante inquietante, pues gane Sánchez o gane Díaz las primarias es fácil que el PSOE ofreciese a sus militantes y al país una versión del tiempo de Zapatero con todo el lastre que ello significaría. El ex secretario general ya ofreció algunas muestras de ello cuando fue candidato a la presidencia del Gobierno. Ahora, la propuesta presentada por diputados afines a la presidenta andaluza es tan radical que no deja dudas: constituir una comisión de la verdad - ¿ de qué verdad? - sobre las desapariciones y violaciones de derechos, crear bancos de ADN para identificar los restos hallados, establecer un día de las víctimas del fascismo - ¿y un día de las víctimas del comunismo?- y sobre todo dotar de presupuestos a las asociaciones que se encargan de estos menesteres. Una propuesta, en suma, que supera la misma ley de la memoria histórica, que tanto daño ha hecho al país reviviendo viejos odios y rompiendo el espíritu de concordia de la transición, y que por supuesto pagarían todos los españoles con sus impuestos. Así se explican los resultados de las últimas elecciones, que según el CIS volverían a repetirse ahora y con iguales perspectivas dada la desunión de las izquierdas. Patxi López gobernó el Pais Vasco con el apoyo del PP y ese es un camino que, a la inversa y de una u otra forma, debería recorrerse si se quiere conseguir un Gobierno sólido y estable.