En varias ocasiones y por diversos motivos se han escrito comentarios acerca de la vinculación que Miguel de Cervantes Saavedra pudo tener con esta provincia de Zamora. No pretendo aproximarme a la labor de los insignes y documentados historiadores que han llegado a conclusiones como la de que Cervantes era sanabrés. Mi intención es la de poner de manifiesto lo que he leído en relación con el autor del Quijote y lo que pudiera vincularle a Zamora.

En El Quijote se habla de los yangüeses y de la gaita zamorana, del reto que Diego Ordóñez hizo a los zamoranos y de las quejas de doña Urraca por el reparto de la herencia de su padre: esto quiere decir que Cervantes sabía muchas cosas de Zamora, que bien pudiera ser que en su visita a nuestra ciudad, cuando vino invitado por el conde de Valencia, al que le unía una gran amistad, se enterase de nuestra vida y costumbres. El inmortal escritor pasó un tiempo en el palacio de don Francisco de Valencia, situado en la plaza de los Ciento, vivienda que entonces habitaba el que fue su compañero de cautiverio en Argel.

En época más contemporánea, y de esto hace ya cien años, el palacio de los Valencia estuvo habitado por el prestigioso ingeniero Federico Cantero Villamil, a quien hoy quiero referirme con mayor detalle aprovechando la coincidencia de haber vivido en la misma mansión que estuvo Miguel de Cervantes trescientos años antes (cito "Heraldo de Zamora" de 21 de diciembre de 1903).

El ingeniero don Federico Cantero Villamil vivió en Zamora y estuvo casado con doña Tránsito Cid Ruiz Zorrilla, de conocida familia zamorana, con la que contrajo matrimonio en 1905 y de la que enviudó en 1909. Don Federico contrajo segundas nupcias con doña Concepción García-Arenal Winter, nieta de la escritora Concepción Arenal.

Cantero dirigió la construcción de las presas y saltos de agua que haya lo largo del Duero y sus afluentes en la provincia de Zamora. También era conocido por sus investigaciones en el campo de la aeronáutica, sobre todo en lo relacionado con la construcción de la "Libélula Viblandi", un modelo de helicóptero diseñado por él, cuyo nombre es la abreviatura de Villamil, Blanco y Díaz, apellidos de sus ayudantes.

Federico Cantero Villamil nació en Madrid el 22 de junio de 1874, estudió Ingeniería de Obras Públicas siendo el primero de su promoción. En 1900 comienza a trabajar como ingeniero de Caminos, Canales y Puertos en la Jefatura de Obras Públicas de Zamora, participando muy activamente en la explotación hidroeléctrica del Duero.

Acudió a la Exposición Universal de París de 1900 acompañado por el catedrático de Física Eugenio Cuadrado Benítez, nacido en Carbellino de Sayago en 1855, quien fue galardonado con una medalla de oro.

A su regreso de París acordaron la creación de un taller de experimentación en materia de electricidad y aerodinámica.

En 1899 funda la Sociedad El Porvenir de Zamora para explotar la presa de San Román, cerca de la capital, con la construcción de una salto de agua que se prolonga hasta 1903 y que se convierte en el primero de España, continuando después con la llamada Solución Ugarte de los Saltos del Duero, proyecto de construcción de presas a lo largo del río Duero. Federico Cantero Villamil falleció el 22 de diciembre de 1946.