En Zamora tenemos la suerte de ser la ciudad depositaria de la obra escultórica de Baltasar Lobo. Además de ser la sede del Museo del artista zamorano, en diversos lugares de la ciudad están colocadas varias de sus esculturas. En la céntrica plaza de Zorrilla, ante la fachada monumental del Palacio de los Momos, luce una de sus más conocidas obras: "Maternidad", que es admirada por propios y extraños.

Baltasar Lobo Casuero nació en Cerecinos de Campos el 22 de febrero de 1910. Desde su infancia mostraba una gran habilidad para el dibujo y el modelado. Con doce años entró como aprendiz en el taller del imaginero Ramón Núñez en Valladolid. En 1927 obtuvo una beca con la que pudo continuar su formación en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en Madrid; se especializó en talla directa de la madera y el mármol.

Durante la Guerra Civil española militó en el bando republicano apasionándose por las ideas anarquistas. Al final de la guerra, en 1939, toma el camino del exilio junto a su esposa, fijando su residencia en París donde entabla amistad con Pablo Picasso y con el escultor Henri Laurens, en cuyo taller trabajará unos años.

El sentido monumental de su obra alcanzará su plenitud con dos esculturas urbanas basadas en desnudos masculinos: "A los españoles muertos por la libertad", que se levanta en Annecy, localidad francesa del departamento de la Alta Saboya, y "Homenaje al poeta León Felipe", que tenemos en Zamora.

En la década de los ochenta se estrecharon sus lazos con la tierra que le vio nacer y que él nunca quiso olvidar, de forma que en 1984 podrá celebrar su primera exposición en Zamora y, dos años después, la VIII Bienal de esta ciudad le dedicó una sala especial en homenaje a su fructífera trayectoria artística.

Por desgracia, la muerte le sorprendió en París a los 83 años cuando estaba preparando, en colaboración con diversas entidades públicas y financieras, un ambicioso proyecto museográfico para la exhibición y estudio de su obra en la capital zamorana. Aunque en un principio el museo estuvo en la iglesia de San Esteban, actualmente se encuentra en la Casa de los Gigantes, en la plaza de la Catedral, con carácter provisional hasta encontrar su ubicación definitiva, posiblemente en el viejo Consistorio cuando se vaya de allí la Policía Municipal, o tal vez el Castillo de Zamora donde se está llevando a cabo una rehabilitación por el arquitecto Moneo.

Baltasar Lobo fue uno de los de artistas que contribuyó al proyecto de la Ciudad Universitaria de Carazas e hizo las ilustraciones para la traducción inglesa de "Platero y yo", de Juan Ramón Jiménez, murió en 1993 y fue enterrado en el cementerio de Montparnasse.