Alfonso Rodríguez de Olmedo nació en Zamora el 10 de marzo de 1598, hizo el noviciado como jesuita en Villagarcía de Campos (Valladolid). Salió de Lisboa en una expedición guiada por el padre Juan de Viana, y en 1626 fue enviado a las misiones de los guayacurúes, estas misiones estaban frente a Asunción, al otro lado del río Paraguay siendo el primer misionero en aprender el dialecto. Su misión era predicar y abrir reducciones que facilitaran la propagación de le fe y aseguraran condiciones de vida digna a los indígenas.

En 1628 pasó a las misiones guaraníes del Paraná y luego a Itaipú. Se le designó para que acompañara a Roque González de Santa Cruz en la fundación del pueblo de Todos los Santos de Caaró, en la banda oriental del río Uruguay, pero Ñezú, hechicero y cacique de Igní, se oponía al proyecto y dio la orden de matar a los misioneros.

El 15 de noviembre de 1628, estando reunidos en la plaza para presenciar la instalación de una campana, los indígenas aparecieron de improviso y en medio de la confusión golpearon a González en la cabeza. Al oír el ruido, Alfonso Rodríguez de Olmedo salió de la iglesia y fue igualmente muerto a golpes con un mazo de piedra. Los cuerpos de Roque González y Alfonso Rodríguez fueron arrastrados hasta la iglesia y allí fueron quemados junto con muchos cuadros e imágenes. Juan del Castillo correría la misma suerte unos días después, ya que fue asesinado el 17 de noviembre de 1628. Juan del Castillo había nacido en Belmonte y también se encontraba en la reducción de Todos los Santos en el Caaró, cuando los caciques seguidores de Ñezú se presentaron preguntándole ¿Qué te dice el libro? A lo que Juan contestó: "Nada, estoy rezando". A lo que contestaron "Aquí te traemos a estos indios forasteros para que les des anzuelos". Entre todos lo arrastraron y lo mataron en un lodazal próximo.

Los tres mártires, Alfonso Rodríguez, Roque González y Juan del Castillo fueron canonizados por Juan Pablo II el lunes 16 de mayo de 1988 en el Campo "Ñu Guazú" de Asunción.

Juan Eusebio Niuremberg, que fuera compañero de estudios de Alfonso Rodríguez (san Alfonso de Zamora) en Villagarcía de Campos, escribió su biografía junto con la de Roque González de Santa Cruz y Juan del Castillo, quienes también fueran compañeros de estudios en Madrid.

Al cumplirse el veinticinco aniversario de la canonización de san Alfonso Rodríguez, el 18 de noviembre de 2013, la Diócesis de Zamora realizó una especial conmemoración con una Eucaristía celebrada en la iglesia de San Andrés, presidida por el obispo Gregorio Martínez Sacristán. A continuación se hizo una ofrenda floral ante la estatua ubicada en la plaza del Seminario.