Si no lo veo no lo creo. La "cobra" de Bisbal a Chenoa, en los telediarios, en las portadas de los periódicos, en los diarios económicos, en las columnas de opinión, en los editoriales y, además, en su sitio natural, o sea, en las revistas del corazón. Esto está degenerando a pasos agigantados. Antes los noticiarios se ocupaban y preocupaban de asuntos de mayor enjundia. Yo no sé si el de marras habrá sido importante para sus protagonistas, puede que incluso para los fans de ambos, pero al resto nos la trae o nos la debería traer al pairo. Pues no.

Los chicos y chicas del "reencuentro", hoy hombres y mujeres hechos y derechos, pusieron colofón, después de 15 años, con un concierto que fue tremendo. La gente haciendo guardia ante la taquilla, sin dormir, sin comer, pendientes de no quedarse sin poder entrar al Palau Sant Jordi de Barcelona donde se celebró el acontecimiento musical del año. Ni Julio Iglesias, ni Frank Sinatra en sus buenos tiempos, los "triunfitos" han sido los reyes del cotarro.

Y en medio de todo esto, el morbo que suponía el encuentro después de tantos años entre Laura-Chenoa y David Bisbal. El público esperaba impaciente su ya famoso "Escondidos" y ahí es donde se armó. Que dicen, servidora no lo vio, que no se materializó en beso el acercamiento de Chenoa porque Bisbal le hizo la "cobra". Se lo juro, la primera vez que oía yo eso de la cobra trasladado a ese terreno. Ahora resulta que, dependiendo del ángulo de que se trate, hubo o no hubo cobra.

En realidad el asunto me da igual. Lo que me deja más perpleja es lo que decía antes, que haya sido noticia en los llamados periódicos serios, en los diarios de nivel y en los telediarios que cada vez informan menos de lo verdaderamente importante, en una especie de caída libre de su calidad. Ahora lo de la susodicha cobra se emplea para todo. Los que más tajada están sacando del asunto son, precisamente, los políticos. Que si Fulano le hizo la cobra a Mengano, que si el Ibex 35 le hizo la cobra a Perentano. Mire que la cobra es un animal asqueroso, como todos los que reptan, pues no había símil mejor que ese. Servidora había oído hablar del "abrazo del koala" que también tiene su aquel, bien distinto al gesto de rechazo que tiene el que da nombre el reptil.

La pareja que se formó dentro de la Academia y que protagonizó una de las rupturas más mediáticas volvió a ser, posiblemente sin proponérselo, protagonista del reencuentro. Feeling, lo que se dice feeling, tampoco hubo mucho durante la ejecución de la canción pero, bueno, un beso al final, tras el acercamiento de Chenoa a David, no hubiera dado tanto que hablar como la cobra esa de los cataplines que les ha venido de perlas para sus constantes incursiones en las redes a los de Podemos y al resto de políticos. Mucho me temo que en las diatribas que están por suceder en el Congreso de los Diputados, la cobra va a estar omnipresente. Errejón fue el más espabilado sacándole partido y nunca mejor dicho.