Los diputados Iglesias y Rufián han salido insultones. Y acusones. Se vio a lo largo del debate de investidura de Mariano Rajoy. Sacaron a pasear la lengua y como de costumbre se pasaron de listos. Sobre todo porque para acusar hay que tener un pasado y un presente impolutos y ni Pablo ni Gabriel pueden tirar la piedra y esconder la mano porque la piedra, convertida en adoquín, puede volvérseles y estamparse en sus morros.

De la intervención del amigo de los bilduetarras, Pablo Iglesias, hubo un momento incómodo: cuando llamó literalmente "delincuentes potenciales" a miembros del Parlamento y más en concreto del Partido Popular. No vale con llamar al orden a este tipo porque, este tipo, se pasa las órdenes y los reglamentos por el forro de sus pantalones. Lo de Iglesias es siempre en función de la legítima libertad de expresión. Lo de los demás es demagogia.

Lo que no se entiende muy bien es que alguien de Podemos, y menos su líder, se atreva a hablar de potenciales delincuentes con la de ellos que militan y ocupan cargos en su partido. Gente de todas las cataduras. Lo argumento y pongo nombres y apellidos de inmediato. Como muestras, bastan unos cuantos botones como Pedro de Palacio, procurador de Podemos en las Cortes de Castilla y León, condenado en 2002 por abusar de una niña de cinco años por lo que se vio en la obligación de abandonar. Jorge Luis Bail, diputado podemita por Huesca, detenido por agredir a un Guardia Civil. ¡Huy, que torpe! No me daba cuenta que al guardia civil las agresiones le van en el sueldo.

Pero es que hay más. Enrique López, diputado de Podemos por Asturias, se lio la manta a la cabeza agrediendo a varios policías durante la concentración contra una compañía de teatro de israelí. ¡Huy, que torpe otra vez! No me daba cuenta que a la Policía Nacional, las agresiones también le van en el sueldo. Por cierto ¿qué habían hecho los actores y actrices de la compañía de teatro israelí? Gente del mundo de la farándula. ¡Ah, claro, que son invasores judíos! No había caído. Alberto Rodríguez, diputado de Podemos por Tenerife, el de las rastas, detenido por agredir a la policía, incitar a otros ciudadanos a que se sumaran a la agresión y condenado por un incidente relacionado con drogas. Antonio Rodríguez Varela, cabeza de lista de En Marea de Coruña, este respaldó explícitamente, firmando un manifiesto de apoyo, al sanguinario terrorista etarra de Juana Chaos, asesinó de 25 personas. Más. Josetxu Arrieta, senador de Podemos por Guipúzcoa, es un exterrorista de ETA que fue condenado a seis años de cárcel como miembro de la banda terrorista. Pero ¡huy que tonta, otra vez! Si los de ETA son todos unos santos, demonizados por los distintos Gobiernos de España y especialmente por la derecha. Total, solo tienen en su haber cerca de mil muertos entre hombres, mujeres y niños. ¿Qué son mil muertos para Pablo Iglesias? La lista de delincuentes potenciales podemitas es más larga. Puestos a contar, apueste lo que quiera a que Podemos cuenta en el Congreso con más delincuentes potenciales que el resto de los partidos.