Hemos recibido la enseñanza y el encargo de nuestros mayores -y con meridiana claridad de Julián Besteiro, en el acto de recepción en la Academia de Ciencias Morales y Políticas, el 28 de abril de 1935-, de que el funcionamiento interno del Partido Socialista debería ser un modelo que concuerde con la propuesta de los socialistas para el conjunto de la sociedad. Pues bien, vosotros, los socialistas catalanes habéis sido buen ejemplo durante todo el proceso, al que hemos asistido con mucho interés y expectación, de la elección interna, aunque pública, del primer secretario del Partido de los Socialistas de Cataluña. Precisamente en un momento muy complicado en la política catalana, pero también en el conjunto de España.

Quisiera hacer pública, desde Castilla y León, mi felicitación a las compañeras y compañeros, así como a los ciudadanos votantes del PSC, por su impecable proceder y por su responsabilidad democrática, sin asperezas ni descalificaciones. Aunque, como dicen algunos, en la cultura del Partido Socialista hasta ahora no haya sido frecuente la consulta tampoco está prohibida. Por cierto, esta es una afirmación que, además de ser errónea, no hace justicia al funcionamiento histórico del Partido Socialista, donde no solamente se han debatido en las diferentes asambleas, órganos ejecutivos y de control, sino que también se han votado las diferentes propuestas y elegido los cargos institucionales y orgánicos.

Esta felicitación, dirigida a todos los que habéis participado, quiero personificarla en dos magníficos políticos y compañeros que han debatido intensamente durante estos últimos días, con enorme cortesía y respeto, acercándose a los afiliados para pedirles su voto y confianza. Y es que escuchar a los militantes y a los votantes socialistas es necesario y obligado, en coherencia con los principios democráticos, también para alcanzar la unidad la fortaleza y la obtención de los objetivos, que no son otros que la transformación de la sociedad.

Esta personificación se refiere a Miquel Iceta y Nuria Parlon, que han demostrado su vocación y responsabilidad, en una tradición que se inicia con la reconstrucción del socialismo en Cataluña. Antes de la instauración democrática en España, el socialismo catalán estaba escindido en varios partidos, hasta que los distintos grupos pactaron una candidatura única para las elecciones constituyentes en junio de 1977 y establecieron una relación federal con el PSOE. Como consecuencia de este acierto y buen hacer, durante varias convocatorias electorales el PSC ha sido la fuerza mayoritaria en Cataluña en elecciones municipales, generales y europeas.

Como representantes de ese tiempo y en nombre de tantos compañeros y compañeras quiero ejemplificar mi segundo homenaje en dos personas: Josep Maria Triginer y Joan Reventós. El compañero Triginer, impulsor de la restauración de le Federación Catalana del PSOE y promotor de la unión definitiva de todas las ramas socialistas catalanas para fundar el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC). De los compromisos con Joan Reventós, miembro y representante del Movimiento Socialista y Convergencia Socialista, nació la fusión con la Federación Catalana del PSOE, siendo reventós elegido primer secretario de los Socialistas de Cataluña (PSC-PSOE). Los dos fueron firmantes de los pactos de la Moncloa e impulsores de la Constitución Española de 1978. Son tantos los momentos vividos en afinidad responsable, y tantas las personas que han luchado denodadamente por la libertad y la fraternidad en nuestro país que sería difícil enumerarlas a todas. No obstante, creo que nombrar a Ernest Lluch, ministro de Sanidad y Consumo, tiene sentido como paradigma de equilibrio político y responsabilidad como gobernante; habiendo sido, entre otras cosas, responsable, iniciador y autor de la Ley General de la Sanidad en España en el año 1984, donde se establecen las bases legales para la universalización de la atención sanitaria. Ejemplo de la aportación de tantos catalanes a la gobernación de España, como se sabe, desgraciadamente fue asesinado con la cobardía habitual de ETA, por defender su dignidad y la integridad de nuestro país.

Estas breves pinceladas quieren mostrar una actitud de afecto y reconocimiento ante las graves dificultades por las que atraviesa nuestro partido en Cataluña y también en el resto de España. Y, por qué no decirlo, en Europa. No es tan fácil la recuperación de mayorías cualificadas por la socialdemocracia para dar un nuevo impulso y ofrecer al conjunto de la sociedad proyectos que nos devuelvan el bienestar perdido durante estos últimos años de gobiernos de la derecha, que han agrandado las diferencias económicas, retrocediendo en la igualdad de oportunidades. Y es que con los gobiernos de la derecha en Cataluña y en el resto de España se ha producido una peligrosa inestabilidad institucional. Pero esa situación no debe desalentar a quienes voluntariamente quieren trabajar, poniendo lo mejor de cada uno, para hacer posible un nuevo y profundo cambio político.

Con estas sencillas palabras y reflexiones quiero, una vez más, felicitar y animar a los socialistas catalanes para que aprovechen estas nuevas energías, como consecuencia del buen hacer y laboriosidad, y pongan en común su solidaridad e inteligencia al servicio de la transformación de la sociedad, como ya lo tienen demostrado, para que el PSC y el PSOE vuelvan a ser partidos de gobierno.