Parece cierto eso de que las desgracias no suelen venir solas, porque a Zamora tras el mazazo de saber que no formará parte, de hecho, de ese Corredor Atlántico del que tanto hablaron en su día los políticos, le llega ahora la negativa de los fondos Feder europeos que ha negado al Ayuntamiento de la capital los ocho millones de euros solicitados para el desarrollo. Aunque en realidad quien ha rechazado los planes municipales no ha sido Bruselas, sino el ministerio de Hacienda que es el encargado de la adjudicación y que ha considerado que el documento presentado por Zamora no reunía los requisitos mínimos necesarios para optar a tales subvenciones.

Naturalmente no han faltado voces calificando de política la decisión en base a que la capital zamorana se encuentra regida por un alcalde de IU, pero no resulta un razonamiento convincente por cuanto otros municipios con Ayuntamientos de izquierdas han conseguido las ayudas económicas, al menos algunas de ellas, que era en lo que confiaban Guarido y sus concejales. Pero no ha sido así, y puestos a buscar culpabilidades estas se enfocan principalmente a los autores de la redacción del plan que fue encargado por el anterior equipo de gobierno municipal a la Fundación Rei Afonso Henriques, a la que el Consistorio hace responsable de la exclusión.

Desde luego sorprende el hecho de que un documento de estas características fuese encargado a una institución que tal vez, y como ha dicho el concejal encargado del área, no esta capacitada para elaborar un plan de esta envergadura. Pero el sectarismo y el compadreo de los partidos -hoy por ti, mañana por mi- impone estas situaciones sin tener en cuenta las consecuencias y eso es lo que debió ocurrir en marzo del año pasado cuando el equipo municipal del PP encargo el informe a la Fundación hispanolusa. Según el edil, el proyecto enviado no era más que una sucesión de obras y mejoras, y aunque la institución ha hecho lo que ha podido se precisa en estos casos de mayor profesionalización y especialización. Algo que ha sido negado por el secretario de la Fundación, que es también actualmente concejal del PP, y que ha rechazado la responsabilidad imputada.

Desde el Ayuntamiento se avisa de que no volverá a encargase el estudio a la Afonso Henriques, pero que hay que volver a intentarlo, y así se hará el año próximo, se espera que con mejor fortuna. El montante principal de los ocho millones pedidos y perdidos se destinaba a la restauración integral del mercado de abastos de la ciudad, un viejo proyecto municipal para el que nunca acaban de llegar los fondos necesarios. A los industriales del lugar, según sus portavoces, antes que la modernización les interesa la revitalización del edificio, ocupando los puestos vacíos existentes. En todo caso, en las arcas del Consistorio el contado dinero existente está destinado a otras obras.

De modo que se piensa en acudir a la Junta y a la Administración central, a ver si echan una mano que sirva para paliar el nuevo mazazo. A buena parte van.