En este mes de octubre se cumplen ochenta y cinco años desde que Clara Campoamor consiguió que las mujeres pudieran votar como sufragio universal en igualdad de condiciones que los hombres.

Clara Campoamor Rodríguez nació en Madrid el 12 de febrero de 1880, hija de Manuel Campoamor, contable, y de María Pilar Rodríguez, costurera. Clara no pudo estudiar de jovencita como hubiera deseado. Con trece años quedaba huérfana de padre por lo que tuvo que abandonar sus estudios y ayudar a su madre cosiendo, también trabajando como dependienta y telefonista. Con 21 años aprobó unas oposiciones al Cuerpo auxiliar de Telégrafos y posteriormente ejerció como profesora de Taquigrafía y Mecanografía. Compaginaba estos trabajos con los estudios para conseguir el bachillerato y con treinta y tres años se licenció en Derecho.

Se inscribió en el Colegio de Abogados y empezó a ejercer como tal. Clara fue formando sus ideales feministas y empezó a colaborar en asociaciones de defensa y emancipación de la mujer. Junto con Victoria Kent y Margarita Nelken fueron las tres únicas mujeres que consiguieron escaño en el Parlamento de la Segunda República Española.

En un largo debate que comenzaba el 1 de octubre de 1931 consiguió que se aprobara el sufragio femenino con 161 votos a favor y 121 en contra. Contó con el apoyo de la mayor parte del Partido Socialista y también con una buena parte de la derecha, además de otros partidos minoritarios. En cambio, se posicionaron en contra Acción Republicana y el Partido Radical Socialista.

Al estallar la Guerra Civil, Clara Campoamor se exilió y en 1937 publicó en París "La Revolución Española vista por una republicana", donde narró su experiencia en Madrid, mostrándose muy crítica con el comportamiento de los republicanos. Luego vivió una década en Buenos Aires donde se ganó la vida traduciendo, dando conferencias y escribiendo biografías (Concepción Arenal, sor Juana Inés de la Cruz, Quevedo). Intentó regresar a España a fines de 1940, pero desistió al conocer la noticia de que estaba porocesada por su pertenencia a una logia masónica.

En 1955 se instaló en Lausana (Suiza) donde trabajó en un bufete de abogados hasta que perdió la vista. Murió de cáncer en abril de 1972. Sus restos mortales fueron trasladados algunos años después de su muerte al cementerio de Polloe en San Sebastián.

Tras la transición se llevaron a cabo homenajes y reconocimientos que fueron valorados por organizaciones pro igualdad de la mujer. Diversos institutos, colegios, centros culturales, asociaciones de mujeres, parques y calles recibieron su nombre. En Andalucía se han instituido los Premios Clara Campoamor que reconocen anualmente a aquellas personalidades o colectivos que se hayan significado en la defensa de la igualdad de la mujer. La Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima botó en 2007 un buque con el nombre Clara Campoamor. La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre acuñó una moneda conmemorativa en plata, con valor facial de veinte euros, que muestra la efigie de Clara Campoamor. En San Sebastián hay colocada una escultura que representa a Clara Campoamor, a tamaño real de pie y con un libro en la mano.