A fuer de ser sincera, los 365 días del año son el día de la Policía Nacional. Porque en todos y cada uno de los días del año se pone de relieve la vocación de servicio de los agentes y su compromiso diario con España, con Zamora, con sus instituciones y con los zamoranos todos. Solo que hoy, día 3 de octubre, la Comisaría de Policía de Zamora, comandada por el comisario jefe, Clemente Castaño, acoge la festividad de los Santos Ángeles Custodios, alados protectores y patronos del Cuerpo Nacional de Policía. Evento que se sustancia en un acto religioso en memoria de los fallecidos del Cuerpo y que tendrá lugar en la iglesia parroquial de San Vicente para, acto seguido, en el Teatro Principal, proceder a la tradicional imposición de condecoraciones. Vaya por delante mi felicitación a todos los condecorados y con ellos a toda la gran familia del Cuerpo Nacional de Policía.

Son ya muchos los años de historia, más de doscientos, los que lleva acuñados a fuerza de rozar la excelencia, este Cuerpo que vela por la tranquilidad y la paz ciudadanas. Un Cuerpo que a todos los zamoranos nos garantiza la seguridad frente a los que permanentemente atentan contra ella. Y eso que aquí, en Zamora, no suelen producirse "altercados" de consideración como esos que obligan a "cargar" a la Policía para resolver situaciones que llegan a constituir un peligro. Lamentablemente, lo que casi nunca se cuenta es con qué saña se "carga" contra la Policía Nacional con objetos contundentes, botellas y kilos de piedras.

En lo que a Zamora respecta, la Policía Nacional realiza su trabajo de forma eficaz y eficiente. No por estar en una ciudad pequeña y desasistida como la nuestra bajan la calidad y la guardia. Muy por el contrario, se incrementa en esas mil formas de servicio al ciudadano que la Policía practica con diligencia. Es una pena que no se conozca a fondo su labor, porque eso nos acercaría más a todos ellos, hombres y mujeres, que realizan a conciencia su trabajo y que, cuántas veces, tienen que soportar la crítica mordaz de indocumentados y culos de mal asiento, de esos que por estar en contra, están en contra de todo y de todos, hasta de sí mismos, gente que con infundios pretende abducir a una sociedad que a veces denota falta de reflejos. Los Ángeles Custodios nos libren de esa chusma que acaba resultando peligrosa.

La Comisaría de Policía también "presta" a muchos de sus agentes para tareas de vigilancia y custodia en el extranjero, concretamente en embajadas incluso de países en los que servir a cualquier nación democrática y civilizada supone un riesgo añadido. No se puede hablar de todos ellos, pero sí lo voy a hacer de un agente zamorano, Javier Montero, que presta servicio en la embajada de España en Ammán, capital de Jordania. Un policía de raza que ha llenado su casa jordana de banderas de España y que lleva preparando este día junto a sus compañeros para no olvidar las buenas costumbres.