E1 costurero o sastrecillo valiente es un cuento de los hermanos Grimm, divertido y cargado de enseñanzas, con ondas y olas que llegan hasta las playas del mismísimo presente.

Nuestro antihéroe se pasaba el día en su taller sin dar golpe, mitad por pereza incorregible y mitad por impericia. En cierta ocasión, unas moscas revoloteaban en torno a las rebanadas de pan con mermelada que estaba listo para zampar así que dio un manotazo y se cargó a siete molestos dípteros. Admirado por su hazaña -lógico, nunca hacía nada y menos aún nada bien- bordó en su cinturón una frase lapidaria: "Siete de un golpe".

De esa guisa salió de paseo y se encontró con un temible gigante que entendió que tal eslogan quería decir "he matado a siete grandes guerreros de un golpe". El gigante lo puso a prueba pero el costurero, astuto, lo burló y ganó.

Siguió por el mundo hasta llegar a un país atemorizado por dos colosos. El rey también interpretó el lema bordado en su correa como señal de gran hazaña y le propuso acabar con los titanes. De nuevo con suerte y astucia logró reducirlos. El monarca le prometió la mano de su hija y la mitad del reino pero aún tuvo que acabar con un unicornio, también con sus raras habilidades y un jabalí -otro rasgo de extrema actualidad- hasta que fue recompensado.

Cuando, con el tiempo, surgieron dudas sobre su verdadera identidad se las ingenió para convencer a todos de su genuina valía.

Y no digo más: ustedes ya me entienden.

(Para la terapia de esta semana se recomienda vivamente "El matrimonio secreto", de Cimarosa).