Se oye con excesiva frecuencia que "ahora leemos a diario "El Caso"" (aquel diario de noticias truculentas) a través de los medios de comunicación de todo tipo: prensa, televisión, radio? Y es verdad: las noticias que nos llegan son casi todas malas; parece que en España solo sirven las ideas para fabricar el mal. Por eso produce una enorme satisfacción la noticia que nos llega en la prensa sobre la instalación en Madrid el año próximo de la prestigiosa clínica de la Universidad de Navarra. Todos los que han gozado de los servicios de dicha clínica se deshacen en alabanzas sobre su tratamiento y resultados.

No quiere esto decir que carezcan de excelencia las instalaciones clínicas de la capital. Pero, admitida tal excelencia, no puede omitirse lo importante que es el traslado de una institución de sanidad, actualmente existente solo en la capital de una provincia (dotada -como otras tantas capitales de provincia- de deficientes instalaciones hoteleras), a la capital de la nación, incomparablemente más numerosa en población, en alojamientos y en posibilidades de instalación para la misma clínica. Y sobre todo hay que considerar la abundancia de público al que esta nueva ubicación puede servir.

En la actualidad resulta enormemente difícil poder utilizar los impresionantes servicios de la clínica de Navarra por las dificultades de traslado, por la restrictiva asistencia que la clínica puede ofrecer y por la escasa disponibilidad de residencia; a todo ello se une, como inevitable consecuencia, el coste económico que supone acudir a Pamplona para que atiendan a uno en sus necesidades de salud.

Puede que alguien piense solo en Madrid como beneficiaria de la instalación. Y ya es mucho: poner la excelencia de la Clínica de Navarra a disposición de una población de seis millones de habitantes es un dato muy importante. Pero hay que agregar, sobre Madrid, a muchas otras poblaciones de España. Sin ningún género de duda, es mucho más fácil y menos costoso acudir a Madrid desde Levante, Andalucía, Extremadura, la parte inferior de Castilla y León, que desplazarse a Pamplona.

A esta situación, general, hay que añadir otras circunstancias que se anuncian en la noticia: ya es un dato muy importante el tamaño que se anuncia de la misma clínica; son muy numerosas las camas y las instalaciones en quirófanos, UVI, etc. En cuanto a la situación, señalada ya, hay que advertir lo siguiente: Dentro de Madrid, se prevé la instalación al principio de la carretera nacional número tres, casi al principio de la avenida de América. Las comunicaciones con tal situación son impresionantes: actualmente el metro ofrece la línea 7 que tiene ya alguna estación por allí y puede presentar nuevas estaciones con vistas de la demanda que se puede suponer. Por la carretera citada y hasta la estación de autobuses próxima, circulan numerosos autobuses urbanos de la misma capital y todos los que se dirigen a próximas (y no tan próximas) poblaciones. En la distancia larga, es la tres la carretera que se dirige a Levante, parte de Castilla La Mancha y Murcia. Numerosos enlaces unen tal salida de Madrid con las salidas por las carreteras número dos, cuatro, cinco y seis. Esto facilita la llegada a la clínica desde una gran parte de toda España.

Parece que, solo con lo poco que este escrito aporta, ya se comprueba la importancia de la noticia comentada. Podría añadirse algo muy importante con relación a la misma clínica: Son inmejorables -según parece- los médicos que atienden la Clínica de Navarra en Pamplona; pero -en mi opinión- es interesante un dato que se observa en casi todas las profesiones: en las oposiciones, concursos, etc. los profesionales fijan para el número uno de la oposición o el poseedor de más importantes méritos las plazas de Madrid. ¿No puede suponerse que puede ocurrir, en el futuro, lo mismo con la clínica de Navarra situada en Madrid? Lo que es indudable es que la instalación en Madrid hará indispensable el aumento de la plantilla que hoy figura en la Clínica de Navarra. Y en tal aumento habrá que utilizar el método de concurso. No es algo impensable que Madrid y todas las localidades beneficiadas con esta innovación se verán beneficiadas con la afluencia de todo lo mejor en cada especialidad médica. De cualquier manera, es excelentemente buena la noticia de la instalación en Madrid de una sucursal de la prestigiosísima Clínica de la Universidad de Navarra, el próximo año 2017.