Hace tiempo que no escuchaba ese agradecido saludo "adiós compa".

Y además me ha dado una gran alegría el artículo publicado hace varios días dedicado a esa joya arquitectónica de ese mudejarismo de comienzos del siglo XX que es nuestro mercado de abastos, levantado sobre el solar de la iglesia del Salvador cuando regía los destinos de nuestra ciudad don Víctor Gallego de Medina. El solar fue cedido al ayuntamiento por parte del Cabildo que fue compensado con la cesión con la torre de la iglesia de San Juan, que había sido levantada en ese lugar para que contribuyera a la cerca o muralla de la ciudad.

La belleza del mercado en su conjunto, con sus detalles y acabado constituye una pieza destacada de su época, por eso celebro con mucho interés tu idea de convertirlo en parte de una gran obra de convivencia social de la que no estamos demasiado sobrados.

Amigo Paco, en este momento de dudas, silencios e incertidumbre sobre la ubicación del museo de Semana Santa, a tu magnífica idea se me ocurre añadir la posibilidad de que fuera este el lugar elegido, de modo que a la belleza de este monumento, su sencillez y su situación geográfica dentro de la segunda ampliación del recinto amurallado de la ciudad y el entorno que le rodea, constituiría un lugar idóneo para la distribución de las rutas procesionales dentro de la ciudad.

Si un alcalde llegó a un acuerdo con la iglesia, ¿por qué no se puede volver a repetir? No creo que esas relaciones se hayan roto.

Amigo Paco, en cuanto a tu artículo del martes 13, ya sabes que eso de poner notas me va, tienes matrícula en junio y espero que algún día, en listas abiertas, podamos disfrutar de tu honestidad y saber hacer, cuando las elecciones nos llamen.

Amigo Paco, no dudes nunca, y sigue con esa claridad y sencillez que te caracteriza. Un abrazo compa.