Cuando entraron en su celda, los guardias solo encontraron la ropa de Andy, una pastilla de jabón y un martillo de gemas muy gastado, de tanto usarlo?". Así concluye "Cadena perpetua" una de las películas más sobresalientes de las últimas décadas.

Pese al reconocimiento, cada vez mayor, la película rodada en 1994 apenas consiguió en taquilla amortizar los gastos de producción y no recibió ninguno de los Óscar a los que fue nominada? Como a tantas otras cosas, el tiempo le fue otorgando su verdadero valor.

Además de la magnífica interpretación de los protagonistas (Tim Robbins y Morgan Freeman) una de las claves de su inclusión entre las grandes obras de la cinematografía son los temas que aborda: la justicia, la paciencia, la esperanza, la amistad, la violencia y una extensa lista de valores entre los que destaca la perseverancia que simboliza en el martillo de gemas con el que Andy consiguió abrir un túnel en el muro que parecía infranqueable.

La perseverancia, es decir, la firmeza y la constancia en la consecución de unos objetivos, es una cualidad que permite a las personas no rendirse y continuar hacia adelante a pesar de las dificultades y hace que mantengan una actitud positiva y optimista. Esta cualidad ha sido siempre reconocida en todas las facetas de la vida; filósofos, artistas, emprendedores, políticos?

Nietzsche, uno de los pensadores más influyentes del siglo XIX decía que "No es la fuerza, sino la perseverancia, la que hace a los hombres superiores". Leonardo da Vinci afirmaba que: "Si una persona es perseverante, transformará su torpeza en inteligencia". Steve Jobs, cofundador de Apple, una de las mentes más brillantes de las últimas décadas, aseguraba que "Es la perseverancia la que diferencia al emprendedor con éxito de los demás".

Ser perseverante es también para muchos políticos una cualidad fundamental: el que fuera presidente de los Estados Unidos, John Quincy, afirmaba que "La paciencia y la perseverancia hacen que los obstáculos se desvanezcan y las dificultades desaparezcan".

Leopoldo López, el líder de la oposición venezolana, encarcelado por Maduro, lleva como lema de su partido "¡El que se cansa, pierde!" en clara referencia a la necesidad de no desfallecer en la búsqueda de la libertad y la democracia para el pueblo venezolano. Pese a ello, buena parte de la vida pública actual está guiada por la dejadez, la desidia, la impaciencia, la inconstancia? Hace solo un par de años, Rosa Díez era la política mejor valorada por los ciudadanos, y su partido era la "gran esperanza" para el futuro de la política española. Hoy ha desaparecido de la escena, sus apoyos electorales se ha esfumado y muchos de sus dirigentes han buscado acomodo en otras formaciones.

Hay que recordar las loas periodísticas y las declaraciones rimbombantes de muchos dirigentes en favor de la denominada "Primavera Árabe". Ese movimiento popular, jaleado desde Occidente, como la vía para desbancar a las dictaduras de los países árabes del norte de África e implantar en ellos la democracia. Solo 5 años después de iniciados, esos movimientos han pasado a al anonimato. Ya no están ni Gadafi, ni Mubarak n i otros dictadores de la zona, pero ni los egipcios, ni los libios, ni lo sirios han alcanzado la democracia ni su vida ha mejorado. Al contrario, se hallan sumidos en enfrentamientos que han desembocado en guerras que horrorizan al mundo. Y nadie entona el "mea culpa" ante tanta crueldad.

Hasta hace solo unos meses, columnistas, tertulianos, políticos y opinadores de toda índole, echaban pestes del bipartidismo político en España y clamaban por la aparición de los nuevos partidos, los nuevos dirigentes, del pluripartidismo como el remedio a nuestras dificultades? Hoy llevamos nueve meses sin formar Gobierno; dos elecciones y camino de las terceras? Eso no había sucedido en España en los casi 40 años de bipartidismo que llevamos? hemos tenido Gobiernos de izquierda y Gobiernos de derechas, con mayoría y en minoría?

La "nueva política" nos ha enseñado que el que más votos saca no es que el que gana? y que es el que gana el que se tiene que marchar y el que pierde el que se tiene que quedar.

La desilusión, la desesperanza, el hastío que hoy invade a muchos españoles y que recorre Europa, es un campo abonado para el populismo; y el populismo es capaz de desestabilizar Gobiernos, de derrocar líderes, pero también destruye las instituciones, piedra sobre la que se asienta el crecimiento y el desarrollo de los países más prósperos.

Confío en la perseverancia de Rajoy, en su constancia, en su serenidad, en su paciencia? Y en que el martillo de gemas de Andy nos lleve a la luz desde el túnel en que nos encontramos.