Llegaste con el verano y te vas enamorada ? Estamos muy próximos a la finalización de la estación del verano, aunque si es por lo que se refiere a las temperaturas ambientales, más bien, parece que estamos en pleno estío, esperemos que en fechas próximas bajen las temperaturas y la lluvia que viene de lo alto nos visite copiosamente, ¡ falta nos hace!

La lluvia arranca aromas de las plantas y se respira mejor, bienvenida sea, siempre que no sea en forma de tormenta.

Hemos tenido uno de los veranos más calurosos y menos lluviosos de los últimos ochenta años, según las comprobaciones meteorológicas.

El comienzo de curso se va notando en las calles, como se está notando también que la noche llega antes, se acortan los días y el ánimo decae. El estado de ánimo decaído es un trastorno relativamente frecuente, que puede llevar a la depresión, originada por esa tristeza que nos trae la caída de las hojas de los árboles, los días son más cortos, estamos comprobando que a las nueve de la noche ya es de noche, cuando en los meses de junio, julio y agosto hasta muy pasadas las diez de la noche era de día y el sol radiante.

La proximidad del otoño trae el comienzo del colegio, la finalización de las vacaciones, la vuelta al estudio, al trabajo cotidiano, a los horarios rígidos, al juzgado, etc? La falta de horas de luz solar, dentro de unos meses, nos traerá a denominada depresión invernal. Hay que superarla.

Hemos de levantar nuestro ánimo con la práctica de ejercicios físicos y mentales, con la práctica de la lectura, con un buen descanso nocturno y si es posible con unos minutos de siesta, que tanto en verano como en invierno siempre viene bien para nuestro organismo, claro está, siempre que no sea siesta de pijama, Padre Nuestro y orinal, porque ese tipo de siestas pueden ser perjudiciales para nuestro organismo, y provocar y fomentar la pereza, madre de todos los vicios. Contra pereza diligencia. Todo en su justa medida, en nada demasiado, si queremos vivir muchos años y bien, es decir, con calidad de vida aceptable.

El verano se va y con él los amores de verano. ¿Quién no recuerda su primer amor de verano? El verano tiene su encanto especial, los horarios eran menos rígidos, estábamos más tiempo con los amigos/as.

El regreso al colegio, en mi infancia y adolescencia, no me trae buenos recuerdos. El primer trimestre, hasta Navidad, se hacía excesivamente largo, máxime teniendo en cuenta los horarios de los internados, donde a las 7 de la mañana tocaban diana y no precisamente floreada, y el frío se respiraba en el ambiente.

Cuánto siento que finalice el verano. El otoño es una estación intermedia, pero aquí en nuestra querida Castilla La Vieja es una estación triste y tan pronto cambian el horario y llega la caída de la hoja, invierno habemus.

Disfrutemos del verano que nos queda... y preparémonos física y mentalmente para un feliz otoño e invierno, que en Castilla el invierno es largo.

Pedro Bécares de Lera