A punto de terminar los tiempos privilegiados y hermosos de pueblo como tantos que venimos de las ciudades a recrearnos y finalizada la escucha de tantas cosas de la alta política parlamentaria, partidista y personalista uno no puede dar por buena sin más esa frase que tanto se escucha: todos los políticos son iguales. Desafortunadamente el término político vale para todo y alcanza tanto desde al sencillo, humilde, eficaz, concejal o alcalde de pueblo como hasta al cabeza de partido nacional. Y afortunadamente no todos son iguales, ni merecen la misma valoración. Vivo en el modesto pueblo de Roelos en la comarca de Sayago y visito muchos de la comarca pues son hermosos y con gentes a las que vale la pena escuchar. Veo sus buenos caminos, arreglados cada año en la medida de sus posibilidades, pero con tesón y esfuerzo para que los ganaderos y agricultores lleguen a sus fincas en caballo, moto, coche, tractor, maquinaria, que de todo hay. Para que paseemos con comodidad quienes buscamos descanso, relax, aire puro o moras. En este pueblo este año hasta se ha abierto por parte del Ayuntamiento una peluquería, limpia y con lo necesario, para que toda y todos cómodamente podamos ser atendidos en el cuidado externo de nuestras cabezas una vez por semana. La residencia de mayores , de iniciativa municipal situada en el corazón del pueblo con su jardín ampliada para 35 personas , porque es bien administrada y sostenida cobrando unos precios mínimos y donde trabajan todas las que quieren y pueden del pueblo. En la misma un comedor social , en el que por 3 euros recibes buen trato y excelente mesa . Personas registradas en el paro, cero. Al contrario, varios de otros pueblos encuentran trabajo aquí. Un secretario, médico, enfermera que atienden en sus horarios ¿qué más se puede pedir o esperar de un municipio de 170 habitantes? Se puede vivir. ¿Dónde encontramos una piscina con sus servicios limpios y sanos, al precio de 2 euros al día o 50 toda la temporada, césped, bar, mesas y asientos de granito nuevo, monumento al viejo cura, juegos de petanca, canchas de deporte para niños y mayores, todo gratuito (menos las consumiciones) y otro restaurante, denominado el corralito, bien dotado, atendido y frecuentado. Si llegan fiestas, no faltan aperitivos, comida, la música, los parques infantiles y todo gratis. He visto también en otros pueblos, concursos de todo tipo, vaquillas, conferencias, juegos de pelota, campeonatos de tiro, teatros, concursos, orquestas y más orquestas. Si de excursiones hablamos, unas veces las asociaciones de mayores y siempre todo apoyado por la alcaldía, se hacen una cuantas y gratis, comidas incluidas, gracias a las subvenciones que unos y otros piden y logran. Si miramos las calles, encontramos que hasta las hojas de los árboles nos barren dos personas contratadas por el Ayuntamiento. Panadería en la que encuentras pan reciente y bueno todos los días, más las posibilidades de arreglar un hornazo o una empanada cuando se tercie. Si de cultura pensamos no ha faltado en el mes de agosto el campus situado en las viejas escuelas donde acuden cuantos quieran entre 3 y 14 años de 9 de la mañana a 2 de la tarde atendido por dos monitoras para aprender y de paso dejar tranquilas a abuelas y madres. He contado charcas, muchas charcas que espaciadas por los terrenos comunales además de las particulares siguen teniendo agua en verano de sequía como el presente. La revisión de vehículos agrícolas, la ITV , he visto que se hace en la plaza. Ahorro en los desplazamientos Claro que se podían hacer más cosas. Y confiamos se hagan. Hoy por hoy los pequeños ayuntamientos cumplen y bien y sin tocar campanas ni ponerse medallas. Pero como me decía una mujer esta mañana, para tapar tantas bocas se necesitan muchas estopas. ¿Qué podemos hacer por estos que se quedan , arreglando y manteniendo tantas cosas vivas, mientras otros nos vamos, esperando retornar con salud en otras fechas? Un servidor, residente en Madrid, ha matriculado en este pueblo el coche, y por cierto se paga bastante menos el impuesto de circulación, me he empadronado, pago lo que corresponde. Todos podemos contribuir en algo. Bien se merecen unas gracias sentidas y nobles. Y aún cuando estuviéramos legitimados para decir que falta esto y lo demás allá, el sentido de la justicia, la prudencia, la mesura , la gratitud , nos debe llevar a reconocer que los políticos al menos los nuestros, los de los pueblos, que son más gestores y administradores que figurones, si se merecen un reconocimiento por sus trabajos, desvelos, buena gestión. Zamora, su provincia, está llena de buenas cosas en sus lugares más alejados y de muchas personas, enroladas en la política local, que se sacrifican mucho y a veces no se les reconoce y menos aún agradece. Roelos es un ejemplo.