En el mes de septiembre de 1996 fue inaugurada la columna conocida como el "Miliario", en conmemoración del mil cien aniversario de la repoblación de Zamora. Este monumento, que se halla ubicado en el Parque de la Marina, es obra del escultor José Luis Alonso Coomonte.

La escultura consta de once esferas, una por cada siglo, incrustadas en la hendidura que recorre verticalmente la obra para representar el cauce del río Duero. El monumento hace referencia a toda la historia de la ciudad desde los acontecimientos históricos más antiguos, en la base de la columna, hasta los más recientes, en lo más alto, con referencias a las épocas celtibérica, romana y visigoda, y con alusiones a las culturas cristiana, musulmana y judía.

Al encontrarme diariamente con el Miliario de Coomonte, a mi paso obligado desde la avenida Requejo, no puedo por menos que asociarlo al recuerdo de la Columna de Trajano que tuve ocasión de conocer en una de mis visitas a Roma. En la zona conocida como el Foro de Trajano, se encuentra esta famosa escultura que fue concluida en el año ciento catorce; es una columna de treinta metros de altura recorrida por un bajorrelieve en espiral que conmemora las victorias de Trajano frente a los dacios (actual Rumanía).

La columna se compone de 18 enormes bloques de mármol de Carrara, cada uno de los cuales pesa aproximadamente cuarenta toneladas y tiene un diámetro de unos cuatro metros. En el interior de la columna hay una escalera de caracol de 185 peldaños que permite el acceso a una plataforma mirador en su parte superior.

Los bajorrelieves han sido examinados por arqueólogos para obtener información sobre los uniformes, las armas, los pertrechos y las tácticas del ejército romano; igualmente se puede ver el aspecto que pudieron tener los soldados vencidos dacios (rumanos).

Originalmente la columna estaba rematada con la figura de un águila. Más tarde se colocó en su lugar una estatua del propio Trajano. En 1558 y por orden del papa Sixto V, la estatua de Trajano fue reemplazada por una estatua de San Pedro, que es la que aún se conserva. Los relieves estuvieron completamente policromados. Las representaciones tienen el carácter de una crónica, dando importancia al mensaje que tratan de transmitir. Hay 2.662 figuras, y aparece el Danubio representado por un anciano.

De las descripciones del miliario de Coomonte, en Zamora, y de la columna de Trajano, en Roma, podemos encontrar una cierta semejanza en la simbología, guardando las distancias, en el tiempo, en el tamaño, en el material empleado y en la ciudad en que se encuentran.