según la tradición, el Apóstol Santiago (castellanización de San Yago o Jacob), hijo de Zebedeo, uno de los amigos íntimos de Cristo, predicó el Evangelio en Judea y en Samaria. Posteriormente, vino a predicarla a la Hispania romana haciendo nueve discípulos, regresando posteriormente a Jerusalén, y dejando aquí a dos para seguir evangelizando a los hispanos. Antes de irse, en Zaragoza se le aparece la Virgen María sobre un pilar a orillas del Ebro. En la Pascua del año 44, las autoridades judías desatan una violenta persecución contra la Iglesia cristiana en Jerusalén, durante la cual Santiago es degollado. Los cristianos recogieron su cadáver y lo embarcaron en una nave en Haifa, que llegó misteriosamente a la costa marítima gallega, concretamente a Iria Flavia. Se celebra el 25 de julio y es patrono de España.