todos se habían confabulado desde la derecha de Ciudadanos, con su mantra de Bárcenas; el populismo y demagogia de UnidosPodemos, hasta el gran perdedor, aquel que se echó la soga al cuello con una de las "boutades" más esperpénticas de la democracia: que parte del no, no ha entendido, Rajoy; pues este ha ganado las elecciones con autoridad, pero con una mínima insuficiencia para poder gobernar en solitario, se verá obligado a llevar a cabo por el bien de los españoles, que desean un gobierno sólido con Rajoy al frente. El famoso "delenda est Rajoy", que con tanto persistencia en casi todas televisiones, periódicos y radios se propalaba para favorecer a los hijos ideológicos del bolivariano Maduro, que quería formar Gobierno con la muleta del PSOE de Pedro Sánchez, como este lo intentó anteriormente con la de Iglesias, no ha funcionado. Rajoy es claro vencedor y los demás claros perdedores, especialmente Pedro Sánchez que no solo no ha ganado con su eslogan publicitario -cambio progresista-, sino que ha obtenido los peores resultados que un candidato socialista nunca ha tenido, aunque se considere triunfador porque no ha sido sobrepasado por su deseado Iglesias con quien quiso formar un matrimonio político basado en la cuernos de doña Friolera, puestos a Rivera, a quien estaba dispuesto a tirar a la cesta de los desperdicios si era necesario para ocupar la poltrona de la Moncloa. Los españoles que están hartos de la demagogia y de la partitocracia inútil no se han creído la visión desoladora de los catastrofistas y han valorado lo que el Gobierno de Mariano Rajoy ha llevado a cabo para sacar a España de la postración económica que la había dejado el zapaterismo, porque los servicios más fundamentales educación, sanidad, se han mantenido, y las pensiones no solo no se han bajado, sino que se han pagado de forma puntual, el aumento del empleo, la extra de los pensionistas así lo de demuestra. Pero a Rajoy le espera un duro trabajo para mejorar sustancialmente el sistema educativo; tomar medidas legislativas que fomentan el matrimonio, la familia y la natalidad, España no tiene futuro porque contabilizan más las muertes que los nacimientos. Que Rajoy pueda y deba formar Gobierno que mire por el bien común y que respete los derechos fundamentales a la vida, a la libertad de educación, y todos los demás es una tarea hercúlea que no se soluciona solo con bajar impuestos, sino con mejor distribución de la riqueza y mayor justicia social. Si Rajoy tiene el derecho y el deber e formar gobierno, los demás líderes tienen la obligación, de ayudar, porque así lo han expresado los españoles con sus papeletas, lo que no soportarían es volver a los meses de ignominia que las urnas han condenado como parecen volverle a hacerlo el PSOE y Ciudadanos.

Fidel García Martínez