La tradicional Feria de San Pedro se viene celebrando en Zamora desde hace mas de cien años. Bien es verdad que en los años veinte del pasado siglo había actividades que en la actualidad han desaparecido, aunque otras permanecen en el tiempo.

Uno de los eventos muy populares en otros tiempos era la concentración de mozos en la Plaza Mayor para celebrar contrataciones entre amos y criados para las faenas de la recolección veraniega. Es lógico que estos tratos hayan desaparecido desde que existen estatutos de los trabajadores.

También era muy popular el ferial de toda clase de ganados que se celebraba en la entonces conocida como explanada del Matadero que hoy constituyen los alrededores de la Plaza de Toros, Es obvio decir que hoy las cabezas de ganado, en su mayoría, se suplen por los motores y los mercados de ganados se celebran sin definir fechas ni lugares.

Otra feria muy popular en los días de San Pedro era la de la madera y aperos de labranza que se celebraba en la antigua plaza del Cuartel de Caballería (hoy plaza de las Milicias, al final de la calle de Balborraz) Allí se concentraban grandes cantidades de trillos, maquinarias agrícolas y hasta puertas, ventanas y múltiples efectos de madera para su venta; materiales de madera que también han caído en desuso.

Lo que sí permanece como tradición muy arraigada son las corridas de toros, en las que los aficionados al arte de Cúchares siguen teniendo ocasión de ver torear a los más afamados diestros del momento.

Y no olvidemos que, ni entonces, ni ahora podemos prescindir de los inmensos montones de ajos que dan la nota más peculiar de la Feria de San Pedro. Hace cien años los ajos se ponían a la venta en la plaza de Claudio Moyano y ya se comentaba el regateo de cinco céntimos en "riestra".

Llama mi atención el anuncio de una verbena en el año 1926. Decía textualmente: "En la pista de patines del Nuevo Teatro, se celebrará magnífica verbena esta noche, que constituirá sin duda alguna un éxito mayor, si cabe, que la del día de san Juan. La orquesta Haedo y un magnífico piano de manubrio son los encargados de amenizar este festival que culminará mañana, festividad de san Pedro en el gran Run-Kolf, el baile de la suerte, con magníficos regalos a las señoritas que concurran. La plaza de patines ha sido profusamente iluminada con lámparas de colores y farolillos a la veneciana". Pero hay que decir también que esa verbena se anunciaba como "grandiosa y aristocrática verbena reservada para los Círculos de Recreo de la capital". Sin comentarios.