En conversaciones

-Valerse por uno mismo; con darte cuenta de que cada una de sus acciones y una tras otra suceden sin violencia ni peligro, con eso vale, eso es lo primero.

-¿Y el segundo?

-Sentirte como los demás seres vivos, que nacemos y morimos y nos servimos unos de otros, para sobrevivir. La humanidad somos los más fuertes, digamos, porque juntos dominamos y prevalecemos sobre los demás; somos seres sociables que debemos respetar la paz entre nuestra especie y no debemos tampoco hacernos daño ni permitir que nos sometan, dañen o menos precien. Ni apreciar los espectáculos con animales.

-Vale. ¿Y el tercero?

-Elegir lo bueno, el bien. Para esto hay que atender a tres cosas principales. Una: mantener una actividad o laboriosidad más o menos constante, sea en las ocupaciones de la casa, el comercio, el campo, la fábrica, la oficina, el colegio, la invención o la construcción, a favor de facilitar y solucionar las asperezas y displaceres de la vida. Dos: también conviene alimentarse, cubrirse el cuerpo con ropas de abrigo y protegerse en una vivienda, para obtener estos bienes, desde hace mucho tiempo, tanto como la cultura egipcia, hay en el mundo dinero, que en moneda o papel bien timbrados, valen para parea el cambio de todo tipo de mercancías u propiedades, y con él se pagan también los esfuerzos del trabajo. ¡Ah! Yo pienso sobre el dinero que cada uno debe tener el suyo, y no se debe perder ni malgastar; los juegos que proponen los tahures sobre el dinero dan más a perder que a ganar. Y tres: disfrutar del placer del amor; no hace falta una idolatría del amor por más que sus placeres nos encanten sobremanera, además el amor entre hombres y mujeres trae en consecuencia la procreación de otras personas como nosotros, en la figura de los niños, desde bebés, por su nacencia o nacimiento de la madre, y como vienen a esta vida como nosotros, debemos tener en cuenta su bienestar como el nuestro propio.

-Hala, cuántas cosas me has dicho.

-Pss...

Elías Coca Martín (Zamora)