Pasado ya el ecuador de la campaña, todos los españoles y los zamoranos hemos podido comprobar las verdaderas pretensiones de algunos candidatos que quieren ser presidentes del Gobierno de España a partir del 26 de junio.

Y lo hemos podido comprobar a pesar de que algunos aspirantes no se han quitado la careta. Una careta con la que, aunque lo pretenden, ya no pueden engañar a nadie y ocultar sus verdaderos intereses.

Lo noble y lo justo para que los españoles vayan a las urnas sería que cada partido dijera a las claras con quién va a pactar tras estas nuevas elecciones a las que nos han llevado quienes no han respetado que gobernara la candidatura más votada, como siempre se hizo en la historia de la democracia española.

Pues bien, quienes rompieron esta sana costumbre democrática que ha permitido que el país sea gobernable desde 1978, tanto por partidos de izquierda como de derecha, no tienen tampoco ahora intención de dar su brazo a torcer. Permanecen erre que erre en las posturas inmovilistas que han hecho que tengamos que pasar de nuevo por las urnas, apenas seis meses después del pasado 20 de diciembre.

La única certeza que tenemos hoy día es que quien vota al Partido Popular vota para hacer presidente a Mariano Rajoy. Así de simple, así de sencillo. A las claras. Nosotros no lo ocultamos y así se lo decimos a empresarios, representantes de colectivos sociales y zamoranos de a pie con quienes mantenemos contacto a diario.

Por el contrario, en las filas de enfrente, apenas una semana de campaña ha dejado ver que sigue en plena vigencia el pacto entre Albert Rivera y Pedro Sánchez. Un pacto que mantienen oculto y que ya nadie duda pretenden reeditar de nuevo.

PSOE y C´s han organizado juntos una campaña electoral en clave exclusivamente negativa. Rivera y Sánchez siguen empeñados en negar la recuperación, en negar la creación de empleo, en negar la esperanza en un futuro prometedor del país.

Y, a mayores, a falta de ideas y propuestas para ganarse la confianza de los españoles, niegan por anticipado que el candidato más votado sea presidente del Gobierno.

Por eso, los españoles que voten a Ciudadanos deben tener muy claro que no votan para hacer presidente a Rivera sino que lo hacen para hacer presidente a Pedro Sánchez. Ambos lo ocultan conscientemente.

Los españoles que, por razones respetables, el pasado 20D decidieron trasvasar su habitual voto del Partido Popular a Ciudadanos vieron traicionada su voluntad. Y eso tiene todos los visos de repetirse.

A ellos, desde el Partido Popular, les pedimos ahora que recapaciten, que no malgasten su voto apoyando a Pedro Sánchez con su voto a Rivera, a quien de otra manera no darían su apoyo. Ahora tienen la oportunidad de resarcirse.

El próximo 26 de junio solo tenemos dos opciones. Una clara y muy evidente que nadie oculta: votar al Partido Popular y a Mariano Rajoy como presidente.

Y otra marcada por la incertidumbre: hacer presidente a Pedro Sánchez, bien con los votos ocultos de Rivera y compañía, o bien con el apoyo directo de Podemos.

Esa es la realidad. Detrás la máscara de Albert Rivera se esconde Pedro Sánchez, que nadie lo dude y espere a que pase el próximo domingo para comprobarlo en primera persona. El veto y las líneas rojas de Sánchez y Rivera reconocen su falta de proyecto y la inutilidad de votarles.

(*) Candidato del PP al Senado por Zamora