Habló el CIS y ratificó lo que ya el resto de los sondeos anunciaba: victoria mínima del PP, con Unidos Podemos en segundo lugar, a menos ya de cuatro puntos, y PSOE y Ciudadanos en descenso de votos y escaños. Con una hipotética fusión de izquierdas se superaría la suma del centro derecha. Y así comienza la campaña para unas nuevas elecciones generales que nunca debieron celebrarse de haber contado con una clase política menos egoísta y más competente, atenta más a los intereses de España y de los españoles que a sus propios intereses políticos y personales.

La pinza de la frustrada investidura del socialista Pedro Sánchez con el apoyo de Ciudadanos, formada desde los extremos por el PP y por Podemos, se polarizan y enfrentan ahora dando lugar a una feroz disyuntiva para muchos de los electores, pero que muchos, pues aunque sea el PP el partido más votado, a la baja y sin llegar siquiera al 30% del electorado, el hecho es que en los últimos comicios ha habido un 70% de votos a favor de otras opciones y candidatos.

Disyuntiva compleja cuando ambos partidos, PP y Podemos, son los más rechazados, en general, y gozan de las menores simpatías, lo mismo que sus líderes y dirigentes, también los peor valorados en todas las encuestas conocidas. Hay que elegir entre la antipatía visceral que suscitan el PP y Rajoy y el miedo que provoca Podemos, ahora Unidos Podemos, con Iglesias y el comunista Garzón. Una elección muy preocupante en un país en el que el 80 por ciento de la población, según el CIS, y digan lo que digan unos y otros, considera mala o muy mala la situación.

Con todo, serán PSOE y Ciudadanos la llave que abra la puerta de la gobernación, por encima de los mensajes apocalípticos del PP y las muy dudosas promesas de moderación y socialdemocracia de Unidos Podemos. Para los de Rajoy, la oferta de Iglesias es el comunismo, las nacionalizaciones, el caos, el desabastecimiento, la miseria, el corralito de Grecia, y Venezuela a la vuelta de la esquina, mientras ellos el PP son la estabilidad, la recuperación económica, la creación de empleo y la consolidación del estado del bienestar. En el armario encierran el paro, la corrupción, la deuda pública, y las promesas incumplidas. Por su parte, Unidos Podemos vende justicia social, solidaridad, atención pública, impuestos progresivos, y transparencia, mientras proclama que el PP solo significa más de lo mismo. Pero en su armario hay mucho resentimiento, intransigencia, radicalismo, odio, y eso es lo peor.

Duelo al sol entre Rajoy e Iglesias, si se confirma que los de Podemos desbancan al PSOE como segunda fuerza. Será elegir un Gobierno de derechas o centro derecha o uno de izquierda socialdemócrata, será elegir entre Unidos Podemos, PSOE, y otros, o la entente PP-Ciudadanos, que no pone vetos, mientras Sánchez sigue contando poco o nada en su partido, mangoneado por los socialistas de la vieja guardia, acomodados y derechizados, que son capaces de facilitar la investidura de Rajoy y perder la oportunidad de gobernar en coalición antes que hacerlo con Unidos Podemos.