Vuelvo a decir y digo que la caspa ya se ha travestido de casta. Están cayendo en todo aquello que criticaban. Aquellos que venían a descubrir la democracia, al parecer con aires nuevos, con aires renovados, están demostrando tener demasiadas ínfulas y falta de talante e incluso de talento, por muy talentosos que algunos sean. Esta gente de humilde no tiene nada. Ellos, que apelaron a los pobres, a los parados, a los desahuciados, a los parias, a los desheredados, a los desesperados, a los excluidos, a los olvidados, haciéndose pasar por gente sencilla y sin más pretensiones que las del cambio y la regeneración política, están teniendo unos comportamientos impropios.

La diputada de Podemos Victoria Rosell, controvertida exjuez sobre la que pesan infinitas sospechas de infinitas cuestiones, cuando se disponía a viajar a Madrid, tanto en el mostrador de Iberia como en el de Aena, exigió que se le abriera inmediatamente la Sala de Autoridades del aeropuerto de Gran Canaria. El uso de estas salas de autoridades de los aeropuertos no está permitida a los diputados sino que su uso es restringido y está reservado a las más altas autoridades del Estado y, además, debe ser abonado por el organismo que lo solicita.

La señora Rosell, lejos de alinearse con los que en su partido han pedido el cese de prebendas y privilegios para los habitantes de las dos Cámaras, se comporta de una manera impropia en estos podemitas que llegaron dando lecciones de ética. Y si solo hubiera sido eso. Pero es que lo hizo de muy malas maneras y con insultos gratuitos como consta en el parte firmado por un técnico de Atención al Pasajero, a los Usuarios y a las Compañías. El informe habla también de actitud "soberbia". Lo que nos hacía falta.

Yo creí que esas cosas eran propias de la casta. Estos que han engrosado las filas de la casta añaden la caspa y el batiburrillo nos da, un día sí y otro también, muestras de lo desagradables que pueden llegar a ser y de las ganas que tienen de hacer lo que tantas veces han criticado en los que les precedieron. ¿Desde cuándo senadores y diputados tienen más privilegios de los que ya gozan? Eso es lo que quieren los que llegan, distinguirse de los demás ciudadanos, hacer demostraciones constantes de fuerza y de poder. "O con nosotros o en nuestra contra". Se puede no estar con ellos y tampoco en su contra, pero es que constantemente están desafiándolo todo, están protagonizando actos de soberbia y sectarismo, están poniendo líneas rojas entre ellos y los demás y están incitando al odio.

Si ni a los muertos por ETA dejan en paz, con tal de defender a quienes fueron simple y llanamente terroristas asesinos. La última ofensa gratuita ha sido para Miguel Ángel Blanco. El protagonista de aquel edicto de muerte proclamado que nos dejó a todos sin aliento. Que vuelvan a la sencillez, que superen la incontinencia verbal insultante y que midan sus palabras. Son ya demasiadas muestras de demasiadas ínfulas.