La Opinión de Zamora informó, no sin sorpresa, de que el euríbor a 12 meses, el día 5 de febrero, registró su primera tasa negativa de la historia al bajar hasta el -0,002%. Esta situación, tachada de "anómala" por algún economista, no se pensó ni en los mejores sueños. Por esta razón, surgen las primeras inquietudes tanto para los prestamistas como para los prestatarios. La gran mayoría de las hipotecas están referenciadas a este índice que tiene todos los síntomas para que febrero cierre con un valor inferior al 0%. Enero ya fue especial al situarse por debajo del precio del dinero (0,05% desde septiembre de 2014).

El euríbor (Euro Interbank Offered Rate) es un índice, de cálculo diario, que indica el tipo de interés promedio al que los bancos están dispuestos a prestarse el dinero. Por lo tanto, estamos ante un dato hipotético por no reflejar la realidad, de ahí que haya habido varios fraudes y manipulaciones en su cálculo. Insisto: no se calcula con los datos de operaciones realizadas, se calcula a partir de los precios ofertados. Para evitar estas situaciones perjudiciales, se prevé sea sustituido por otro índice, llamado "euríbor plus", que evitará las manipulaciones al calcularse a partir de operaciones reales y no en estimaciones como ocurre ahora.

Existen hasta 15 tipos diferentes de euríbor clasificados según el plazo, sin embargo, el más generalizado para los préstamos hipotecarios es el de 12 meses por considerarse el tipo básico de referencia para el mercado hipotecario.

El motivo de la bajada del euríbor proviene de la mano del BCE (Banco Central Europeo) al implantar políticas de estímulos monetarios con el fin de favorecer las condiciones del flujo del dinero a través de los préstamos. El recorte del precio del dinero, hasta mínimos históricos, ha contribuido a la baja en este indicador hasta pisar el terreno negativo en casi todas sus variantes. Esta situación nos ha llevado a un mundo prácticamente inexplorado: los bancos centrales aplicando políticas de interés cero y la deuda pública de algunos países cotizando tipos negativos. Bajo este escenario, como no podía ser de otra manera, el euríbor ha entrado en terreno negativo también. A nivel mundial, la situación económica, como están viendo, no es muy boyante que digamos. Tanto es así que el BCE, por ejemplo, ya se está planteando crear nuevas políticas monetarias con el fin de afrontar esta situación un tanto catastrófica, hasta para los Mercados Financieros, lo que puede provocar aumentar aún más las tasas negativas del euríbor.

Ya saben. Situaciones nuevas, preguntas nuevas: ¿Qué consecuencias trae consigo el euríbor negativo? ¿Cómo se comportará mi hipoteca? ¿El interés de las hipotecas será también negativo? ¿Me devolverá dinero el banco si tengo una hipoteca? ¿Se convertirá una hipoteca en un depósito?

Los efectos de un euríbor negativo son inmediatos: la reducción del margen de intereses de la banca provoca un abaratamiento generalizado de las hipotecas referenciadas a este indicador. Es decir, el hipotecado sale beneficiado por la merma del pago de intereses con un aumento de la velocidad de amortización del principal. Por el contrario, el ahorrador sale perjudicado porque los depósitos, por ejemplo, ya no aportarán beneficios porque a los bancos les resulta más económico acudir al dinero que se prestan entre ellos que al que aportan los ciudadanos. Los más vetustos recordarán las hipotecas cercanas al 20%, en algunos casos, y los plazos fijos a intereses semejantes.

Ante esta situación, se podría llegar a pensar que los bancos, si sigue bajando el euríbor, nos tendrían que pagar por tener una hipoteca. Sí y no. Me explico. De momento, hay muchos hipotecados todavía que tienen cláusulas suelo, por lo tanto, a ellos no les afectaría la bajada del índice. Al que tenga referenciada su hipoteca a otro índice de referencia (CECA, IRPH,?) tampoco les afectaría. Como tampoco afectaría a las hipotecas multidivisa.

En cualquier caso, el interés aplicable a una hipoteca viene dado por la suma del euríbor más un diferencial que suele ser fijo. Entonces, para que el tipo de interés llegue a ser negativo, no basta con que el euríbor lo sea, será necesario que el valor absoluto del euríbor más el diferencial aplicado sea inferior a cero. Es decir, dicho de otra manera, el valor negativo del euríbor tiene que ser mayor que el diferencial aplicado. Si el valor absoluto de una hipoteca entrase en tasas negativas estaríamos, de nuevo, ante un hecho insólito pues sería la primera vez que ocurriría en una hipoteca en euros. Algunas hipotecas en francos suizos ya han pasado por este trance al llegar a ser sus intereses totales inferiores al 0%.

Si euríbor más diferencial es negativo ¿nos debería de pagar el banco al tener contratada una hipoteca? Pues, como siempre, diversidad de opiniones porque aún no se ha dado el caso. Algunos expertos opinan que no porque el banco nos prestó un capital (principal) y ese hay que devolverlo en su totalidad. Esta teoría se apoya en la comparación con la deflación y la inflación. A saber: la deflación perjudica a los deudores y la inflación perjudica a los ahorradores porque, el simple hecho de que se devalúe una moneda, no se modifican los importes del principal.

Por otro lado, los hay que aplican la "lógica" y sostienen que el banco tiene que pagar al hipotecado por la regla de que si se modifica el tipo de interés en un sentido, también debe de aplicarse en el otro.

Por consenso, me da la impresión de que si el interés de un préstamo entrase en negativo, se pasaría a aplicar un tipo cero. Eso implicaría que el hipotecado no pagaría intereses pero sí tendría que devolver el capital prestado.

Como saben, las revisiones hipotecarias se aplican con un cierto retraso. Por ejemplo, si la media mensual del euríbor de febrero acaba en negativo, como es de esperar, este tipo de interés será la referencia para las hipotecas que se revisen en marzo y la cuota será efectiva en abril.

En previsión al euríbor en negativo, la banca ya se está protegiendo con cláusulas que impidan que el interés entre en tasas negativas. A su vez, se están aplicando unos diferenciales muy diferentes a cuando el euríbor estaba por encima del 5% en 2008. Por si fuera poco, también se están empezando a imponer las hipotecas a tipo fijo. En cualquier caso, debemos tener en cuenta que una hipoteca se construye para un futuro más o menos lejano y, como hemos visto, con el tiempo, todo es susceptible de variación.