C oincidiendo en el comienzo de una semana que debería ser decisiva de cara a los pactos de gobernación, pero que seguramente aun no adquirirá ese carácter, el PSOE hacía público un largo documento enviado al resto de los partidos como base de inicio para las negociaciones y en el que los socialistas resumen sus principales principios programáticos que puedan servir como punto de encuentro en las conversaciones que al efecto se vienen ya desarrollando. Paralelamente, en la mañana del lunes pasado, reunía Ciudadanos en Madrid a su Ejecutiva nacional con similares propósitos.

El PSOE soslaya un tanto los asuntos de mayor calado político, como el afán secesionista catalán, y tiende más hacia lo social a través de un plan de choque para el que pide generosidad a todos los demás grupos y que contempla la derogación de la reforma laboral y un ambicioso proyecto de lucha contra el paro con el objetivo de reducir a la mitad el número de desempleados. En lo económico, desaparecerían las amnistías fiscales a la vez que se utilizarían más medios para detectar el fraude. Todo ello, y más, pasando por severos controles que eviten la corrupción y el derroche del dinero público.

Un programa a cuya primera lectura ha respondido Pablo Iglesias, el líder de Podemos, asegurando que sería muy sencillo ponerse de acuerdo sobre esas bases. Lo mismo han contestado desde Ciudadanos, partido que ha destacado como un deseo preferente el conseguir de la Unión Europea un aplazamiento de los cumplimientos del déficit previstos para el año actual, algo en lo que coincide con el plan del PSOE. Por lo demás, Albert Rivera ha puesto de manifiesto una vez más cómo el entendimiento PSOE-Ciudadanos es posible y ya se puso de manifiesto en la elección de Patxi López como presidente del Congreso.

Pero hay más cosas que han salido a relucir en la reunión de la plana mayor de Ciudadanos y que son muy del gusto de la gente. Quieren acabar desde dentro con el Senado y con las diputaciones, y eso sí que significaría un recorte trascendental. Y van a dar ejemplo con sus parlamentarios, a los que prohíben regalos, viajes, y restaurantes de lujo, además de la renuncia a los coches oficiales que les puedan corresponder en función de sus cargos. Igualmente, publicarán una web dando cuenta de sus reuniones, de sus viajes de trabajo y de sus gastos de representación. Y los diputados que viven en Madrid donarán los 870 euros mensual de dieta, exentos de tributación, que reciben. Son detalles que indican una nueva forma de estar en política, sea desde el centro, desde el centroderecha o desde una nueva derecha.

Mientras, el ambiente en el PP es ya de puro funeral. El Ibex y las grandes empresas dan su bendición a un Gobierno de centroizquierda PSOE-Ciudadanos, y se considera que Rajoy haría un gran servicio al país absteniéndose en la investidura socialista. Pero es difícil que así suceda y lo mismo ocurre con Podemos, aunque sea una posibilidad más abierta, incluso formando parte de una triple alianza. Pero si mantienen la pinza contra PSOE-Ciudadanos, a Sánchez no le quedaría otra alternativa que Pablo Iglesias.