En su artículo sobre despoblación dice el señor Llamero que en el tipo de economía que nos van imponiendo, "no se necesitan para nada nuestros pueblos, nuestra agricultura y ganadería, nuestra provincia". Parece que este hombre no sale de la ciudad. A él y todos los urbanitas de comido coco antiimperalista les digo que no tienen ni zorra idea. ¿Qué es eso de "que no se necesitan para nada nuestra agricultura y ganadería"?, ¿que nuestros campos van a servir para almacenes de residuos que nadie quiera y para reservas de caza de lujo?

La demagógica falacia no se tiene en pie. ¡Tanto trabajo le cuesta al señor Llamero cruzar el Puente de Hierro y asomarse a la feraz vega: Villaralbo, Moraleja, Fresno de la Ribera, Toro...; maizales espléndidos, alfalfas y remolachas ubérrimas; ¿y las cepas de Toro, de su Morales de Toro, de San Román de la Hornija...?

Que se llegue hasta las instalaciones de Cobadu y le pregunte a Rafa cuánto facturan. Le invito a llegarse a Villalpando y visitar Agrinza, la Cooperativa de Ovino, el Consorcio, la Campos Tera; a degustar los quesos de Pepe El Lechero o de Pablito. Que según viene por la carretera vea unos inmensos campos, productivos como nunca. Las colzas en dos meses van a ser un espectáculo, los clásicos cereales, alfalfas, vezas, girasoles.

Le llevaría a ver las producciones de corderos y leche de los Hergradeca, Pascas, Vidal, Benja, los Muñiz; granja Rojeca en Villanueva del Campo? La topicada de que fuera, en California y en Australia (con lo lejos que está) producen más barato y podemos alimentarnos con lo de fuera. ¡Solemne tontería! Ni es así, sino al contrario. Sería además un suicidio dejar la despensa en manos de la importación de alimentos. No sabe el señor Llamero que estamos exportando al mundo "globalizado" productos agropecuarios, carnes, vino, leche? ¿Sabe que del Consorcio, en Villalpando, están saliendo cisternas de leche de oveja (transportes Cobreros) para Italia y Francia? ¿Sabe que la deshidratadora de Villalar, a la que vendemos y conozco de primera mano, está exportando balas de alfalfa, apretadísimas con alambre, a los países árabes y a la China Comunista?

¿Sabe los miles y miles de corderos lechales que salen de nuestro mercado de los martes? Hace pocos días, donde los hermanos Suena de Anta cargaba chotos un camión para el puerto de Valencia. Los moritos los prefieren vivos para tener la seguridad de que los matan mirando a La Meca.

¿Pero sabe las explotaciones extensivas de vacas para carne que se van extendiendo por toda la provincia? ¿Que la ternera de Aliste ya tiene IGP?? ¿Y las macrogranjas de porcino y de pollos? Sobre esto opino deberían limitar el número de cabezas por explotación. Más, y no tan grandes.

Otra cosa es que el trabajo directo en agricultura y ganadería ocupe poca mano de obra. No obstante los puestos indirectos son importantes. ¿Sabe toda la economía que gira en torno al sector agrario?: mataderos, queserías, maquinaría, fitosanitarios, fertilizantes, combustibles, técnicos, gestores, administrativos, transportes? Lo que ocurre es que la mayoría de los empleados en esos sectores viven en la ciudad.

¿No ha leído en el periódico que la producción media de remolacha por hectárea es de 116 toneladas? En la explotación de mis hijos, en terreno arenoso, se han obtenido 120 toneladas. Veinticuatro toneladas de azúcar para embolsar por hectárea.

Con estas producciones, con el nivel de tecnificación de nuestras explotaciones, y con las ayudas de la Política Agraria Común, no le tenemos miedo a la globalización. Estamos compitiendo en los mercados internacionales.

No tema, señor Llamero. Puede que, de momento, muchas aldeas estén quedando deshabitadas, pero los campos de nuestra provincia, de nuestra comunidad tienen un magnífico presente y futuro, gracias a quienes nos hemos quedado al pie del cañón en lugar de buscar la colocación en la capital.