Dicho así, a secas, el título puede confundir. Le participo que es absolutamente inofensivo y no discriminatorio. En realidad quería haberlo titulado "Los productos de limpieza no tienen sexo" pero me pareció excesivamente largo para esta ventana de papel que, aunque alargada, no me permite hacer muchas virguerías por obvias razones de espacio. Es verdad que los productos de limpieza no tienen sexo, están pensados para ella y para él. Sin embargo, los responsables de ciertas campañas publicitarias, cuando intentan colarnos el producto que lava más blanco, el que mejor quita la grasa o el que limpia sin parangón, se empeñan en dirigir el mensaje a las mujeres, como si fueran un tabú para ellos, como si con ellos no fueran ciertas cosas. He ahí el error.

Que yo sepa ellos están tan cualificados como ellas para lavar, limpiar, barrer, pasar la aspiradora o lo que sea. No creo que se les caigan los anillos, entre otras cosas porque la mayoría no lleva ni el de casado aunque lo esté. Claro que la culpa de esta situación la tienen, con todo mi respeto, muchas mamás que no tuvieron el coraje de poner a sus hijos al frente de lo que no dudaban en poner a sus hijas. Eso, las madres que delegaban responsabilidades en el hogar. Porque ahora resulta, a pesar de "Master Chef junior", que hay chicas que no saben freír un huevo, cuando menos hacer una tortilla de patatas y chicos que ni plancharse el cuello de la camisa. Y así no vamos a ninguna parte.

Ciertos anuncios no es que merezcan ser retirados es que merecen no haber sido dados de paso. Hasta tres anuncios de cierto producto de limpieza, en el que solo aparecen mujeres, han sido considerados discriminatorios por el Pleno del Jurado de la Publicidad de Autocontrol, al considerar que "presenta a la mujer como única encargada de asumir íntegra y exclusivamente las tareas del cuidado del hogar". Lo que le decía. No hay exclusividad de género que valga en cuestión tal. Es como lo del cuidado de los niños. Tanto son del marido como de la mujer. A medias resulta un trabajo más llevadero. Volviendo al anuncio de marras, ya va bien de perpetuar ciertos comportamientos estereotipados precisamente por razón de género.

A servidora, un día, hace ya algunos años, unos progres, pero muy progres, a los que nada gustó mi defensa de ciertos valores que lamentablemente cotizan a la baja, me enviaron, sin pensárselo dos veces, "a fregar a mi casa", cosa para la que nunca he tenido pereza. Lo malo de aquello es que, entre los abajo firmantes, también había mujeres, progres, muy progres.

Hay que modificar ciertos spots publicitarios que nada benefician esa lucha, quiero creer que no perdida, de la igualdad. A lo mejor hay que empezar por algo tan tontorrón como ese tipo de anuncios. Porque sobre todo los referidos a los artículos de limpieza porque, en verdad os digo, no tienen sexo.