Los nuevos partidos políticos, junto con los tripartitos y demás pactos sin sentido, me generan desconfianza, hasta el punto de pensar si los ciudadanos se creerán todas y cada una de las mentiras que nos cuentan. Conocedora de la gestión de un ayuntamiento, me doy cuenta de que para gobernar y gestionar una administración no es necesario mentir, ni rebuscar sin nada que encontrar, simplemente hay que trabajar y trabajar duro para que los pueblos crezcan. Pueblos donde las inversiones son tan importantes como el respirar.

Gracias a los propios ayuntamientos y a las diferentes administraciones, como las diputaciones, estas inversiones se pueden llevar a cabo, y confundidos estamos si pensamos que hacer inversiones en nuestros municipios es generar deuda. Todas las inversiones que se hagan generan empleo y muchas de ellas bienestar, salud y calidad de vida para nuestros pueblos.

Algún partido político ha propuesto que los ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes desaparezcan, junto con las diputaciones, si esto sucediera sería sentencia de muerte para miles de poblaciones españolas.

El trabajo del político es muy duro, porque el único fin es servir a nuestros vecinos, y si a alguien le parece un trabajo fácil está muy equivocado. El trabajo diario se convierte en una jornada de veinticuatro horas, donde los políticos dejamos de lado cosas muy importantes de nuestras vidas, como la familia, por ejemplo. Pero sin embargo, el que entra en la política es muy difícil que salga, ya que nos engancha. Y no por lo que muchos se piensan, sino porque se convierte en parte de nuestras vidas, pasamos a formar parte de una nueva familia, nuestra segunda familia, para mí la familia del Partido Popular. Una familia de gente humana, honrada, trabajadora y con ganas de sacar este país adelante, porque nos tomamos España en serio.

La unión de un partido es lo que demuestra la capacidad de trabajo, y el Partido Popular de Zamora y de España lo demuestra día a día. Cuando pienso en los nuevos partidos políticos, a la única conclusión que llego es que solo les interesa desbancar al Partido Popular, porque saben que es el partido capaz de sacar a España de un pozo, porque así lo ha demostrado en dos ocasiones, evitando el rescate y la quiebra. Nuestro país se merece un partido capaz de generar empleo, capaz de crear puestos de trabajo, capaz de llevar a cabo políticas sociales, capaz de solucionar el problema demográfico que atravesamos, capaz de luchar contra el fraude y capaz de ser cercano porque España se lo merece.

Solo nos tenemos que fijar en ayuntamientos donde han entrado a gobernar los nuevos partidos políticos, ayuntamientos donde la gestión deja mucho que desear, en algunos porque prima el "aquí estoy yo y hago lo que me da la gana", otros dedicados a mirar los cajones, sin nada que encontrar, otros a crear concursos para que nuestros hijos recojan colillas del suelo, otros a tirar por tierra la gestión de los últimos años, eliminando medidas que generaban riqueza en nuestras ciudades. Así es como gobiernan y España no se merece ser un país como Venezuela, que es lo que algunos pretenden, como la marca blanca del señor Maduro, que trasmiten los mismos argumentos del régimen venezolano.

El próximo día 20 de diciembre nos jugamos mucho, España se juega mucho, por este motivo tenemos que pensar que las mentiras no nos llevan a ningún sitio, solo al pozo sin fondo y que votar al Partido Popular es la única manera de hacer de España un país serio y un país creíble dentro de la Unión Europea.

Ana Mulas Cecilio, concejala del PP (Morales del Vino)