Una provincia con una parte de su territorio (más de un 10%) que presenta dificultades para ver correctamente la televisión y un déficit considerable en la cobertura de Internet difícil lo tiene para progresar en un tiempo que las nuevas tecnologías son imprescindibles para el desarrollo económico. Es imperdonable que muchos zamoranos tengan que desplazarse a los pueblos de la zona de la Raya portuguesa para ver algunos de sus programas favoritos o que haya proyectos de futuro que no puedan ejecutarse porque no hay velocidad suficiente en las conexiones que alimentan las nuevas tecnologías.

Líderes de partidos políticos como PP y Podemos, que se supone tanto van a decir en las elecciones del 20D, iniciaron la campaña electoral en Zamora. Tanto Mariano Rajoy como Pablo Iglesias han reclamado más atención para el ámbito rural y se han comprometido a impulsar su desarrollo. No van a tener difícil cumplir su promesa porque actualmente los pueblos pequeños están sufriendo más que nunca la brecha que se ha abierto entre el ámbito rural y el urbano, reflejado en la distinta presencia de las nuevas tecnologías. El acercamiento entre los dos mundos resulta imprescindible salvo que lo que se quiera sea provocar un desequilibrio territorial muy peligroso y sin vuelta atrás.

En la cobertura de banda ancha, aunque muy lentamente, se está avanzando, aunque las administraciones no acaban de apostar de forma clara por universalizar un servicio imprescindible. Las medidas adoptadas por el Gobierno y la Junta no están dando los resultados que se esperaban y son los municipios, sobre todo en la comarca alistana, los que están mancomunándose para solicitar ayudas a la UE. Solo se explica en una mala programación o en unas exigencias excesivas que la Junta de Castilla y León haya dejado sin gastar el 98% de la subvención para Internet rural vía satélite.

En lo que no se constatan avances es en resolver los problemas de recepción de la señal de TDT en numerosos municipios de la provincia. Muchos de ellos de una importancia capital en la provincia como Benavente, donde desde hace meses, con los cambios de frecuencia de los canales para permitir el despliegue de la tecnología 4G, no hay barrio donde no se produzca pérdida de señal en canales concretos a lo largo del día. Telecomunicaciones se comprometió en marzo a realizar un estudio para solucionar la mala recepción de la señal sin que hasta la fecha se conozcan sus resultados.

Problemas de recepción tiene también Tábara, donde la señal es muy débil o no llega a las viviendas. La respuesta del Ministerio de Industria a un escrito del alcalde no ha sido nada esperanzadora. La Secretaría de Estado de Telecomunicaciones ha contestado que para acabar con las deficiencias, la fórmula es "la solución satelital doméstica", tecnología que permite la recepción de todos los canales de televisión digital gratuitos de ámbito nacional. La alternativa, y sobre todo su ejecución que tiene que ser a costa de los vecinos, ha indignado a la villa tabaresa. Más enfadados están aún en Carbajosa de Alba donde llevan más de un mes sin señal. En octubre se produjo el "apagón" en este pueblo de los Arribes del Duero y nadie se ha preocupado por cambiar la situación. La propia Administración Central ha realizado pruebas en Zamora capital y Fuentesaúco, constatando que la señal de 4G interfiere "en determinadas situaciones" en la TDT y recomienda el sistema de filtrado en las instalaciones emisoras, "que podría ser adoptado por los operadores cuando resultara apropiado y eficaz". Pero en ningún caso ha aplicado medidas propias para resolver los problemas que afectan a la provincia desde hace años. Industria ha llegado a recomendar la contratación de televisión por cable o la compra por el usuario de un decodificador especial y una antena parabólica para poder acceder a un servicio que debería ser gratuito.

Los usuarios, contrariamente a lo que ofrece la Administración, piden una solución global que asuma el Ministerio, como instalar repetidores más próximos a los pueblos, alternativa que solucionaría todos los problemas de recepción.

Ver la televisión sin deficiencias y contar con un servicio de Internet adecuado son condiciones imprescindibles para que el ámbito rural mantenga abierto el grifo del desarrollo. Si la Administración no se implica en este tipo de problemas, que después nadie se lleve las manos a la cabeza si hay que cerrar los pueblos, camino que, según todos los indicios, ya se ha iniciado como lo demuestra la grave sangría poblacional que están padeciendo.