T engo la impresión de que la economía y el comercio de Zamora, durante muchos años, se generó a través de la Puerta de la Feria. Leo en uno de los libros de Historia zamorana que, en 1873, la Puerta de la Feria había crecido notablemente con nuevas edificaciones y para facilidad del tránsito fue demolida la antigua puerta de aquel nombre y parte de la muralla dando más anchura al acceso a la calle de la propia denominación. También pude ver que, por aquella época, se comentaba la creación en la capital de una empresa de transportes bajo el título de "La Voz Castellana" que animaba el tránsito y movimiento de la Puebla de la Feria, estableciendo en una de las casas de allí la administración que facilitaba el comercio directo con Galicia y otros puntos.

Yo fui testigo directo de cómo en los años cuarenta y cincuenta todavía se formaba una gran aglomeración de carros y camiones los martes con el importante mercado de patatas y otros productos procedentes de la zona de Sanabria en todo el perímetro de la Puerta de la Feria y sus alrededores. Muchos industriales han tenido su sede en avenida de la Feria, ronda de la Feria, calle de la Feria y sus aledaños.

La tradición comercial e industrial viene de tiempos seculares. No en vano esas vías públicas fueron bautizadas con el apelativo de "La Feria". La más populosa barriada o arrabal de San Lázaro, se comunicaba y sigue comunicándose con el centro de la ciudad mediante el paso por la Puerta de la Feria.

Quiero recordar que en ese enclave estuvo instalado un potro de herrar ganados, regido por el veterinario Tomás Gómez Pintas.

Más antiguamente, también en la Puerta de la Feria, existió el rollo de la Justicia, una columna hecha de piedra donde se juzgaba y llegaba a condenar a muerte a los reos de delito y donde eran azotados y expuestos a pública vergüenza. Estos ajusticiamientos fueron suspendidos por decreto de las Cortes de Cádiz de 1812.