Solo han sido necesarios dos plenos en el Ayuntamiento de Zamora para comprobar por dónde van a ir los derroteros en esta legislatura por parte del alcalde Francisco Guarido. Poco tiempo ha necesitado para demostrar, tanto él como el resto de su equipo de Gobierno, su verdadera cara y su verdadero talante acerca de cómo quiere llevar a cabo su labor al frente del Consistorio.

Desde el principio en el Grupo Municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Zamora hemos tenido clara cuál iba a ser nuestra posición durante esta legislatura: realizar una oposición constructiva. Es algo que nos demandan los ciudadanos y la actual situación política. Es más, incluso en el caso de que hubiéramos llegado a la Alcaldía de Zamora hubiéramos planteado la posibilidad de llegar a grandes acuerdos con el resto de grupos políticos. Así lo manifestamos durante la campaña electoral. Por convencimiento y porque, además, es la manera de hacer política que entendemos como la más necesaria y adecuada para los intereses de los vecinos de la ciudad.

Sin embargo, pese a las palabras que durante el pleno de conformación de la actual Corporación Municipal pronunció Francisco Guarido en su investidura como alcalde y en las que aludía permanentemente al diálogo, la palabra o los pactos como norma general durante su mandato; pronto hemos podido ver que no va a ser así y que su política más parece estar marcada por el rencor y por una actitud completamente alejada de los cánones que señala el juego democrático.

Pactar es llegar a consensos. No es llegar a una mesa y encontrarse con una postura o una propuesta encima de la mesa y aceptarla en modo "trágala" sin ni siquiera aceptar escuchar las ideas de los demás. Hemos sido los encargados de recoger el guante que lanzó Guarido allá por el 13 de junio. Y así lo demostró el Grupo Municipal del PP en el pleno del 7 de julio en el que ya anunciamos que reclamaríamos un gran pacto en dos materias que, a nuestro entender, son vitales para el desarrollo de Zamora: la bajada de impuestos y el fomento de las inversiones.

Ha llegado el momento de devolver a los zamoranos el esfuerzo que han realizado durante los últimos años. Todos hemos sufrido los azotes de la crisis en nuestras propias carnes y, en este momento; en el que poco a poco se va viendo la luz al final del túnel, es cuando las instituciones deben estar al tanto de las reclamaciones de los vecinos, no de manera demagógica como demuestra Guarido y el bipartito de perdedores con el que se ha alzado a la Alcaldía de Zamora; sino respondiendo con propuestas reales y precisas que de verdad supongan una mejora en la calidad de vida de todos los zamoranos.

Nos ha sorprendido este cambio de actitud del alcalde Francisco Guarido en apenas un mes y medio al frente del Consistorio de la ciudad. Quizá el verdadero Guarido es el que está aflorando en estos momentos y el otro no era más que una pose impostada para salir en entrevistas. El día a día es el que nos demostrará por dónde van las decisiones del actual alcalde y, por ahora, no podemos señalar sino una actitud poco acorde con lo que prometiera.

Aún no se ve públicamente lo que de puertas para adentro estamos observando en primera persona desde el Grupo Municipal del PP. Y es que el PSOE está siendo un cómplice necesario de los discursos más demagógicos que hemos escuchado nunca en el Ayuntamiento de Zamora. Guarido debe dejar de escudarse en la gestión anterior, que coja el coche oficial (ese que dijo que jamás utilizaría, pero que está utilizando, cosa que nosotros no vamos a criticar) y que empiece a salir del despacho para llamar a la puerta de las consejerías y ministerios, porque desde el sillón de alcalde concediendo entrevistas no se consiguen inversiones para Zamora.

Desde el Partido Popular en el Ayuntamiento de Zamora seguiremos mostrándonos fieles ya no solo a nuestros votantes, sino a todos los vecinos para hacer crecer este proyecto común de ciudad. A nosotros se nos va a encontrar siempre para buscar pactos y consensos. No queremos que el rencor sea el denominador común de la vida municipal. No podemos fallar a los zamoranos en esta situación. Hemos propuesto pactos para bajar impuestos y nos encontramos con que Francisco Guarido, de manera unilateral, ha tomado decisiones propias sin contar con el resto de grupos políticos. Todos contamos para mejorar la ciudad y el rencor no es la mejor actitud para gobernar.

(*) portavoz del Grupo Municipal del PP en el Ayuntamiento de Zamora