Una vez más, la política es un fraude doloso, hemos asistido al incumplimiento malicioso y ladino del PP en una obligación contraída. Una vez más, en las Cortes Nacionales, con insidiosa actuación, se ridiculizó el compromiso de derogación de una ley del aborto que establece el derecho al asesinato del nasciturus alojado en el claustro materno por la madre, y que se aprobó en el Parlamento español en tiempos del pasado PSOE; de ese PSOE que Dios nos guarde para siempre y no vuelva a gobernar para hundirnos de nuevo la moral, la economía, la unidad de los territorios españoles y hasta la democracia, ese PSOE que nos engañó y demostró que no es ni socialista ni obrero ni español.

Hoy día, nadie niega que el PP, en cierta medida, ha resuelto los problemas económicos y nos ha salvado de la tremenda intervención europea; esto, sin duda, es una evidencia contrastada, pero la vida social es más que economía y el derecho a la vida, que es inalienable, obró, para mí, como decisivo en su programa de gobierno. Solamente una vez he asistido a una manifestación y fue en Madrid contra la salvajada de la ley Aido, y allí, desde la oposición, el señor Rajoy nos habló de lo que haría en pro de la vida de los inocentes no nacidos desde el gobierno, falló. Gracias por librarnos de la Intervención, he conocido la portuguesa y comprendo el desvarío griego, pero la sociedad es economía y mucho más.

Esta incuria de lavado de la ley anti-natura ni es honesta ni justa ni se aviene a costumbre, porque está dictada desde la oscuridad del interés partidista para mantener opiniones de minorías arbitrarias: Votos. Nuestro sabio cartaginés, san Isidoro de Sevilla, dice en sus Etimologías: La ley será honesta, justa, posible, de acuerdo a natura, necesaria, útil, clara, en provecho del bien común?

Hoy tenemos establecido un sistema legislativo arbitrario que obviando la razón y la moral subvierten los principios éticos. La Ley Natural fue definida por santo Tomás (Suma Teológica), diciendo: "Es la participación de la ley eterna en la criatura racional", es decir: la verdad grabada en el corazón de todo ser humano, y que a su vez integra el Derecho Natural. De ese modo, la Ley Natural es una ley previa al hombre mismo, universal e inmutable, por semejanza a las leyes físicas cuya validez universal se puede verificar científicamente, y del mismo modo la ley natural es accesible mediante la razón.

De la ley natural dice Aristóteles, (que no era católico ni conoció a Cristo): Que es el principio armónico en las cosas y las mueve a buscar su fin natural, que en el hombre es la felicidad. En este caso es evidente que en la violencia del asesinato no hay armonía posible. Y Cicerón, ("La República" Cap. 3), dice: "Ciertamente existe una ley verdadera, de acuerdo con la naturaleza, conocida por todos, constante y sempiterna... A esta ley no es lícito agregarle ni derogarle nada, ni tampoco eliminarla. No podemos disolverla por medio del Senado o del pueblo. No existe una ley en Roma y otra en Atenas, una ahora y otra en el porvenir; sino una misma ley, eterna e inmutable, sujeta a toda la humanidad en todo tiempo...".

En mis recuerdos de Historia del Derecho, desde la lejanía de los muchos años pasados, estimo que fue Cicerón el primer político que habló del ius Gentium y el burgalés P. Vitoria quien con su Derecho de Gentes establece los fundamentos de los Derechos Humanos actuales y reconocidos por España.

Al final desde el punto de vista jurídico el problema reside en negar al embrión humano el derecho a la vida porque al no haber nacido no hay vida. Es una visión medieval, de aquellos tiempos cuando se consideraba que las mujeres no tenían alma. Ahora, quién puede poner en duda la sublimidad personal de la mística santa Teresa de Jesús; qué necio se atrevería a negar los derechos humanos a las mujeres, solo los criminales de EI.

Hoy, con legisladores locos y perturbados por la obsesión de los votos, en el ámbito del Derecho se duda de la realidad humana del feto, aun cuando se ha conseguido ver el crecimiento y la interactuación de madre y embrión, y se le niegan los derechos elementales humanos, como sería la ayuda social y la vida se deja a capricho de la embarazada.

En el ámbito del Derecho las personas físicas o naturales están contempladas desde un concepto de naturaleza jurídica elaborado en la antigüedad por juristas romanos; pero en la actualidad las personas físicas cuentan por el solo hecho de existir.

Persona, como ente jurídico, es el individuo sujeto a leyes intrínsecas de su esencia que están relacionadas con los derechos universales. Dicha característica está por encima de la esencia ética del ser.

Y en la Antropología contemporánea se afirma que la persona es un todo estructural que se abre al mundo y a los otros seres vivos.