A ningún zamorano se le oculta la gravísima situación que padece la ciudad de Zamora. Los datos de ocupación, desempleo, envejecimiento y de emigración forzada de nuestros jóvenes más formados, se han convertido en una realidad que, lamentablemente, asumimos como inevitable. Expresiones como "Zamora está condenada a ser una residencia de ancianos" y similares, muestran, además de una constatación de la realidad, un cierto estado de ánimo colectivo que se convierte en nuestro peor enemigo.

No podemos resignarnos a que éstas y otras realidades negativas sean irremediables. Es cierto que la permanencia del PP en el Gobierno municipal y en el autonómico durante lustros y su acreditada incapacidad para minorar siquiera esos malos datos, ha conseguido que aceptemos con cierta resignación que este estado de las cosas no tiene solución. Incluso, llegamos a incorporar como calidad de vida la paz y el silencio que provoca la ausencia de actividad económica. El Partido Popular al que los ciudadanos han encomendado durante los últimos años que resolviera estos y otros problemas, se ha encargado de confundir la calidad de vida con la paz de los cementerios, evitando así que los zamoranos les reclamemos lo que es justo y que nos vienen ofreciendo elección tras elección.

Esa acreditada incapacidad del Partido Popular se ha sostenido, en parte, mediante la presión a colectivos y ciudadanos para que no abandonasen la sumisión al PP, so pena de ser excluidos de la ayuda -siempre con dinero público-, al club deportivo o a la asociación de turno; incluso, recurriendo a la presión individual, jugando con los legítimos intereses de las personas, en el más puro estilo clientelar más propio de otros momentos predemocráticos.

Tenemos pues que desterrar la resignación y la sumisión como primera medida para comenzar a cambiar muestra ciudad, para producir un cambio seguro y realista que mejore nuestra calidad de vida, la de todos, y, sobre todo, que haga posible que la vida de nuestros hijos sea mejor que la nuestra, al tiempo que cuidamos de nuestros mayores como se merecen tras muchos años de esfuerzo.

Este es el cambio que se propone formular el PSOE y someterlo al escrutinio ciudadano. En primer lugar, proponemos un cambio seguro, arraigado en la experiencia municipal de un partido con más de 130 años de historia y que tiene en su haber las mayores transformaciones que ha tenido la ciudad durante los mandatos del alcalde Andrés Luis Calvo, Mercazamora, la Ciudad Deportiva, el Matadero Municipal, el Teatro Principal son solo algunos ejemplos de lo que afirmamos. Este año se conmemora el 30º aniversario de la declaración como Fiesta de Interés Turístico Internacional de la Semana Santa de Zamora otorgada también entonces.

Tenemos que expresar con claridad que proponemos un cambio realista. No es admisible a estas alturas del siglo XXI engañar a los zamoranos con proyectos irreales o inverosímiles como las cúpulas del Duero o grandes palacios de congresos que nadie sabía cómo llenar -ahora, no saben cómo rellenar el enorme agujero con el que han destrozado un magnífico jardín e inhabilitado un precioso teatro-. Ello no significa renunciar a la exigencia a la Junta de Castilla y León de un compromiso de calado con Zamora que equilibre su renta con la renta media de Castilla y León. Es nuestro derecho como zamoranos. Tengo el compromiso de Luis Tudanca, candidato del PSOE a la Presidencia de la Junta, y espero que los ciudadanos nos den su confianza.

Zamora tiene potencialidades importantes, pero hemos de acabar con la situación de desgobierno de los últimos años en el Ayuntamiento. Queremos una ciudad con una atractiva oferta turística, con servicios públicos de calidad, con un adecuado mantenimiento de los barrios, con una intensa y rica vida cultural que impregne transversalmente toda la gestión municipal y un nivel de actividad económica que permita que aquellos de nuestros jóvenes que quieran trabajar en su tierra lo puedan hacer con naturalidad y con orgullo. Esto es, una ciudad en la que se cree empleo de calidad.

Para construir este proyecto apostamos por la participación activa de los zamoranos que son el mayor patrimonio de la ciudad; con ellos hemos hablado y dialogado durante los últimos meses para poder formular un proyecto de ciudad con el mayor consenso posible, participativo y transparente. En las próximas semanas el PSOE dará a conocer su propuesta de programa y lo seguiremos analizando y contrastando con los zamoranos. Estamos convencidos de que es posible construir un proyecto de ciudad que ilusione a la inmensa mayoría. Para ella, para todos, queremos gobernar.