Otra vez más, llegan los esperados Planes de Empleo a la provincia de Zamora. Una provincia castigada con el desempleo de casi 18.000 zamoranos y zamoranas que cada vez encontramos menos expectativas laborales.

En mi caso, la poca formación por haber pertenecido a sectores como la construcción, que cayeron en picado hace años y que no sé si algún día volverán a crear empleo o la edad, que nos hace estar en tierra de nadie a los que no somos considerados ni colectivo joven porque tenemos más de 40 ni llegamos a la edad mínima exigida para cobrar un subsidio.

En esta provincia existimos en torno a 10.000 desempleados que no percibimos ningún tipo de prestación ni subsidio. En muchos casos, no tenemos derecho a ningún otro tipo de ayuda social. Como se suele decir estamos con una mano delante y otra detrás. E incluso soy un privilegiado porque me ayuda mi familia.

Para nuestra desgracia nos encontramos que en los famosos Planes de Empleo, que esperamos como agua de mayo año tras año, no podemos ser elegidos porque no estamos dentro de los criterios que se han marcado para acceder a ellos.

Señores que participan en las mesas de Diálogo Social, donde me imagino que se deciden los criterios que determinan dichos Planes:

Los que no pertenecemos a colectivos prioritarios también comemos, también pagamos impuestos, también les hemos votado a algunos de ustedes para que ocupen ese sillón y sean quienes decidan y tenemos la necesidad de trabajar.

También tenemos la dignidad pisoteada cada vez que vas a entregar un currículum y te lo cogen de aquella manera, cuando te lo cogen. Tenemos necesidad de cotizar, de tener una asistencia sanitaria sin tener que ser beneficiarios de familiares, y de reanudar una vida que quedó laboralmente parada hace años como es mi caso.

No nos convoquen a hacer exámenes de pantomima en el que nos pregunten el nombre de determinadas herramientas que sabemos de sobra porque las hemos utilizado miles de veces, y que en realidad no importa que aciertes o no ya que lo que verdaderamente puntúa viene determinado por ser o no prioritario. Y la necesidad nos hace tener ilusiones. Es lo que nos queda.

Entiendo que tiene que ser muy difícil determinar quiénes son los prioritarios. ¿El que tiene cargas familiares? ¿El que no tiene nada de su propiedad? ¿El que tiene determinados años y cobra subsidio? ¿El que lleva años sin trabajar y no lo cobra? ¿El que tiene riesgo de desahucio? Sin ánimo de ofender, tengan una perspectiva más justa. En un entorno como el nuestro nos conocemos todos.

Expreso mi indignación con la esperanza de que quienes tengan el poder de decisión en futuras convocatorias piensen en un acceso a las ofertas en igualdad, sin criterios discriminatorios, y con Planes de Empleo que sean un "parche rotatorio" para los parados y paradas de esta provincia, y no se conviertan como en algunos casos en trabajos "fijos discontinuos".

Santiago de Castro

(Zamora)