después de un largo rosario de intentos de unión, de rechazos e incompresiones (siempre atizadas desde fuera porque el vecino tenía abiertas inmensas posibilidades comerciales de gran altura en esas tres direcciones de su expansión histórica, África, lejano Oriente e Indias) van a terminar de manera definitiva más de veinte años de guerra en esa fecha grabada a fuego del 1640, de las relaciones de los dos hermanos peninsulares de la Iberia histórica.

A partir de aquel momento Portugal jugará sus bazas históricas en las direcciones citadas, y siempre bajo el discreto pero efectivo control, influencia o dirección del Reino Unido. Y esto con toda la carga de incertidumbres, errores y desavenencias de más de dos siglos, lo que hacía difícil las más elementales relaciones de vecindad. En 1822 se produce la ruptura con la gran colonia del Brasil, que constituyó una inmensa base económica desde su reconocimiento como propia en el célebre acuerdo del Reparto de Tordesillas en la última década del siglo XV. Esta ruptura se dejará sentir dentro del territorio peninsular de tal forma que las relaciones económicas se enfrían de manera muy acusada, concretamente en la segunda mitad de este siglo.

En 1864, el 29 de septiembre, se firma el acuerdo de delimitación de la frontera desde el río Miño al Guadiana, marcando la línea seca a base de marras numeradas y aprovechando las corrientes de agua como frontera húmeda, frontera que ha quedado definitivamente, con algunos cambios y acuerdos mantenidos hasta nuestros días, como curiosidades. Existe el compromiso anual de revisión por un equipo para comprobar su estado y terminar la visita con una reunión que se celebra cada año en un país.

La creciente personalidad de nuestro vecino y ese cansancio propio de las influencias interesadas de su progenitor llegarían a ese cansancio propio de toda colonia. Eso explica que en 1890 Portugal rompiera definitivamente con el Reino Unido como consecuencia, en gran medida, del comportamiento de este con las grandes posesiones del sur de África cortadas y separadas por los intereses de la vecina. Ello en gran parte libera a nuestro vecino, que a partir de este momento va a cambiar los roles de su desarrollo y personalidad.

Dentro de este siglo XX los cambios políticos y la enorme variedad de acontecimientos de todas clases y tipos han influido en nuestras sociedades y ambientes. Entre ellos, aparte de las guerras, las alteraciones no solo dentro de la península sino de la propia Europa. Destaca la descolonización que afectará de manera destacada a nuestro vecino y quedará marcada esa fecha de manera firme con la aventura de 1974, con un entresijo histórico del que casi nunca nos hemos visto libres. A partir de estos acontecimientos el pueblo ha comenzado a darse cuenta de que desde abajo es mucho más fácil, a veces, resolver grandes y trascendentes problemas, por difíciles que estos sean.