Agricultores, ganaderos, empresarios poceros, colegios oficiales de ingenieros agrónomos y de minas de la región, la Consejería de Agricultura y el Procurador del Común de Castilla y León cuestionan la disposición de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), en vigor desde finales de 2012, que prohíbe la excavación de pozos de sondeo con un aprovechamiento de menos de 7.000 metros cúbicos al año en toda la cuenca. Esta decisión ha provocado que cientos de proyectos de explotaciones agropecuarias e industriales estén paralizados en la región, varias decenas en Zamora, por falta de suministro de agua.

La CHD adoptó la medida hace más de dos años ante el proceso de esquilmación que ha sufrido el acuífero Los Arenales, una gran laguna subterránea de más de 7.000 kilómetros cuadrados que se extiende por las comarcas del sur de Zamora, parte de la provincia de Ávila, sur de Valladolid y noroeste de Segovia, durante los años setenta y ochenta por la excavación de miles de pozos de sondeo para el riego de cultivos industriales, principalmente remolacha azucarera.

Las extracciones de agua en Los Arenales son ilegales, al ser contrarias a lo previsto en la normativa del Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero aprobado por el Consejo de Cuenca en 2013. No obstante, el expresidente de la CHD, José Valín, ya planteó al final de su mandato, en el verano pasado, la posibilidad de que este año se modifiquen algunos artículos para autorizar la excavación de pozos y evitar así la paralización de proyectos de desarrollo socioeconómico en el ámbito rural.

Las organizaciones profesionales agrarias argumentan para justificar el levantamiento de la prohibición que el borrador del Plan Hidrológico Nacional autoriza las extracciones de agua de menos de 7.000 metros cúbicos, pero esperar a su aprobación sin tomar antes medidas en Castilla y León supondría un duro golpe para el campo regional, ya que la elaboración del documento final va muy lenta debido a los intereses „a veces encontrados„ de las distintas cuencas. La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, ya ha descartado que pueda ver la luz en la presente legislatura.

Los afectados mantienen que el dictamen que ha ocasionado la polémica tuvo su origen en un error de la propia CHD en la redacción del texto que se incluyó en el Plan Hidrológico del Duero al utilizar de forma confusa los términos «extracción» y «concesión». Este parece que va a ser un argumento que también va a esgrimir el Procurador del Común que, según los sindicatos agrarios, apoya a los afectados y va a defender su postura ante la Confederación.

La prohibición impide la transformación en regadío y por tanto cierra la puerta a una mayor productividad y rentabilidad de cientos de hectáreas, pero también afecta a la instalación de naves ganaderas (al menos una docena de proyectos están parados en las comarcas del sur de Zamora) y supone un daño irreparable para las empresas que se dedican a la excavación de pozos, muchas en una situación crítica por falta de trabajo.

La CHD mantiene un secretismo total sin que haya trascendido si está trabajando en la línea «aperturista» que adelantó hace meses su expresidente o se enroca en su posición inicial. En todo caso, debe salir a la palestra y dar a conocer la situación real del acuífero Los Arenales, en base a los últimos sondeos testigo, que aclararán si, de verdad, el manantial que surte un amplio territorio de la Comunidad se encuentra en situación límite.

Desde los años setenta del pasado siglo este acuífero ha estado muy controlado por su sobreexplotación. Las mediciones tomadas entre 2005 y 2006 registraron los niveles más bajos en relación con la referencia tomada en 1970 por la Comisaría de Aguas. La proliferación de pozos en los años ochenta y noventa hizo que el nivel del caudal retrocediera unos 30 años, casi un metro al año de media. Las comarcas del Bajo Duero y La Guareña fueron las que más pozos de sondeo excavaron.

La siembra de remolacha azucarera ha caído a menos de la mitad en los últimos años, lo que ha permitido un consumo mucho menor de agua, a lo que también han ayudado las nuevas técnicas y la modernización de los sistemas de riego enfocados hacia el ahorro. En algunas zonas que se sirven de este acuífero se ha detectado contaminación por nitritos generada, según los expertos, por la filtración de fertilizantes agrícolas.

La CHD tiene a su alcance nuevas técnicas que permiten inyectar agua en los acuíferos subterráneos que podrían aplicarse en Los Arenales. Lo que no puede hacer es callar y no aclarar una situación que está dañando al sector agroalimentario regional. Si Los Arenales necesita «descanso» debe justificarse con datos y argumentos. Cerrar el grifo al desarrollo del ámbito rural en esta provincia y en esta región no puede hacerse porque sí.