Aquí entre nosotros, en este andar por casa de cada día, pasada la última llamarada de los Magos y como un anuncio de la siguiente ya está en la calle y en los medios la Semana Santa, con sus inquietantes golpes de vara y llamadas al orden por el Barandales correspondiente, a pesar de dispares juicios, fruto de esa peligrosísima dispersión, en la que se cumplirá inexorablemente el "divide y vencerás" porque la Semana Santa como parte de la Iglesia tiene sus detractores y si están dentro, aún peor y más peligro.

La Semana Santa será el tema permanente camino de la primavera, con un pequeño recreo antes de las Cuarenta Horas, de la iglesia de San Juan. Después de la Semana Santa el acelerón que se nos ofrece en el mes de las flores, que este año llega acompañado de la movida electoral que, como todas, provocará una parada bien de reajuste o bien de cambio. Esperamos que no altere para nada la esperada gran cita de la llegada de las Ferias y Fiestas de San Pedro, que cerrarán esta primera mitad del nuevo año que todos queremos responda a ese simpático número 15 que siempre ha respondido a la Niña Bonita. Sin duda la movida de mayo va a condicionar todo este medio año de actividad, el trío carnavalero cuya temática suele ser dentro de su variedad muy actual, encontrará en ese acontecimiento materia más que suficiente para adornar sus, a veces, geniales creaciones.