Como el miedo es libre y el miedo puede convertirse en pánico para PP y PSOE, especialmente para el PP si los de Syriza, el Podemos griego, gana las elecciones del próximo día 25 en Grecia, los ataques a la formación de Pablo Iglesias se están haciendo constantes, desde todos los lados, y cada vez en términos más duros y ofensivos. Parece como si nadie tuviera en cuenta la posibilidad de que el efecto boomerang se convierta en un riesgo real y que las campañas contra Podemos acaben, al final, pasando factura, otra factura más, a quienes las promueven, y reviertan a favor de aquellos a los que se pretende descalificar aprovechando todos los medios. Que es, igualmente, lo que parece que puede pasar en el país griego, donde los constantes ataques a Syriza de la UE en general y de Alemania en particular ante el riesgo de que si llegan al gobierno de la nación no paguen la deuda europea, como han anunciado, está generando una aún mayor intención de voto a su favor en detrimento de los partidos tradicionales.

Aceptada implícitamente en el PP la estrategia de no ignorar a los de Pablo Iglesias, como se pensó en principio, sino de atacar sin pausa a quienes amenazan su poder, ha sido ahora el nuevo portavoz de los de Rajoy en el Congreso, Rafael Hernando, quien en una entrevista pone a parir a Podemos, como declaración de principios en el cargo que estrena. Considerado uno de los halcones del partido, se suelta el hombre todos los tópicos que se manejan al respecto, para hacer méritos ante quienes le acaban de nombrar, y se refiere a Podemos como una cúpula de viejos comunistas y mediocres profesores, inmersos en el radicalismo izquierdista, comulgantes del chavismo y pagados por Irán, que llevarían a España al desastre. Ahí queda eso. También hay caña para los otros del bipartidismo, los del PSOE, pero más comedidamente, no vaya a enfadarse Pedro Sánchez cuando pueden ser los socialistas los únicos que, a la postre y por utópico que resulte, pudieran salvar al PP del desastre que las encuestas les vaticinan. Aunque reconoce que Sánchez pactará con Podemos, si llega el caso, para echar al PP de La Moncloa.

Todo un mitin, en suma, para sus votantes, los que les votan por ideología y los que les votan por clientelismo. Un mitin que vale igualmente para el PSOE. Pero en ambos casos estos votos cautivos saben de sobra unos y otros que no les serán suficientes. Como no será suficiente el pregonar la recuperación económica ni las bajadas de impuestos para el año electoral, ni el paso del AVE por otras ocho capitales de provincia, Zamora incluida. Una mejora de la situación, sí, pero en la que, pese a los síntomas, el 65 por ciento de los españoles no cree. Y por otra parte no deja de resultar chusco que la tan mediocre clase política actual, marcada por la incompetencia y la corrupción, llame mediocre a una nueva hornada de políticos que quieren tener una oportunidad que muchos le van a otorgar. El portavoz del PP terminó su intervención anunciando que se van a lanzar a contar sus logros, lo que han hecho en estos años. Parece un esfuerzo baldío. El desafecto de los ciudadanos ya no tiene remedio posible a estas alturas y las ganas de cambio flotan pesadamente en el ambiente, siendo perceptibles hasta bajo la niebla de estos días.