La madrugada del pasado 29 me he despertado a las 4 con la sensación de haber dormido ya. Una sorpresa encender la luz y comprobar la hora. Por estos días de vacación uno de los libros de cabecera es el de Albert Espinosa "Si tú me dices ven lo dejo todo? pero dime ven". He leído un buen número de páginas en la madrugada mientras voy añadiendo notas en los márgenes y en los generosos espacios en blanco. Esas notas son la base para este comentario. Me lo he regalado a mí mismo junto con otro del mismo autor: "Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo". Me he decidido por el primero al que ya había hecho referencia en otro artículo anterior con el título de "Hombre y mujer los creó" y en él cuatro historias de un amor venido a menos. Hoy vuelvo sobre este libro que es de los que podemos llamar "fáciles", muy cortito, de amplios caracteres y generosos espacios en blanco.

El autor, Albert Espinosa, escritor, actor y guionista de cine, teatro y televisión, expresa la intención de su libro en la dedicatoria "a todos los que siguen queriendo ser diferentes y luchan contra aquellos que desean seamos iguales". Hablo de un libro "fácil", de capítulos e historias sueltas, que permite una lectura sesgada y hasta puede llevarse en un bolso de mano. La historia se inicia con una ruptura matrimonial expresada en tan solo dos frases: "sin ella no quedaba nada de valor en aquel lugar" (pág. 56); "y es que hay veces que una pareja arrastra tanto que ni el amor es suficiente" (pág. 37). El autor tiene la habilidad de presentar el complicado proceso de una ruptura matrimonial dentro de la simple, cuasi policíaca búsqueda de un niño perdido en la isla de Capri.

Veintitrés breves capítulos de entre cinco y diez páginas hábilmente titulados. Se lo aseguro, es un librito para leer en un fin de semana, en unos cuantos desplazamientos en metro, mientras cae el sueño como es mi caso o bien en esos ratos hábil e inteligentemente sustraídos al televisor. "Si tú me dices ven lo dejo todo? pero dime ven" invita a una vuelta atrás y a reflexionar a modo de corrección sobre la vida, la historia de amor y sobre las cosas que verdaderamente son importantes. Lo de menos es la trama. Prosa fácil donde las haya la de Albert Espinosa, gozo de la inteligencia en su contenido. Libros como este banalizan las horas ante el televisor. Un millón de ejemplares vendidos avalan su obra. Pídanselo a los Reyes Magos, pero si se les olvidase o simplemente no lo conocieran en Oriente, regálenselo ustedes mismos, amigos oyentes. Acertarán. Edita Debolsillo, octubre 2012. ¡Feliz año!