Ya paso de meterme en disquisiciones entre bytes y ladrillos, y voy a lo que cuenta, al trabajo. El fotógrafo que hace una foto está trabajando, el escritor que escribe un libro está trabajando, el músico que compone o interpreta una canción, está trabajando, y lo mismo sucede con el actor que rueda una película, o todo el equipo que hay en torno a ella.

Y si resulta que, por razones culturales, por el bien de la cultura libre, porque ya pagas la conexión o por la cuestión que se te ocurra, entiendes que ese trabajo no debe ser retribuido y que todo tiene que ser gratis no me voy a meter a discutir tus ideas. Trata de obtener todo lo que puedas al menor precio, vale, que es lo que haría cualquier ser racional.

Te ruego, eso sí, que no me cuentes milongas ni me embutas la cabeza de chorradas como que el precio debe ser más justo o más competitivo: con el precio cero no hay quien compita, y además, los que están trabajando, si son hombres libres, pueden vender su trabajo al precio que prefieran. ¿No te gusta ese precio? No lo compres. ¿No te gusta y lo puedes obtener gratis, ya sea robando, contando tonterías o convenciendo a alguien de que te lo regale? Genial. Haces lo propio. Nada que decir.

Lo que te advierto desde hoy, amigo de lo gratuito, es que como periodista y escritor voy a valorar tu trabajo igual que tú valoras el mío. Si yo trabajo gratis, tú también. Si te quitan la paga extra o tu patrón te da por saco, obligándote a trabajar catorce horas por seiscientos euros, lo apoyaré. Él, como tú, está sacando todo lo que puede, apretando todo lo que le es posible y obteniendo lo que desea al menor precio.

Si eres albañil y te has quedado en el paro, da conciertos, chaval. Si eres minero y te cierran la mina, saca carbón copyleft. Si eres funcionario y te bajan el salario, por una ventanilla Creative Commons. Lo que nos sugieres a los demás, a ti te lo deseo: una sociedad en la que el trabajo no importa tanto como la oportunidad de obtenerlo al menor precio, sin consideración alguna de justicia ni de esfuerzo.

Así que si las condiciones laborales empeoran, que te vayan dando, porque es lo que buscaste. Y cuando necesites apoyo para que no cierren tu fábrica o para que no te metan en un ERE, se lo vas a pedir a Youtube, que es que gana una pasta con los videos que ves, o se lo pides a Megaupload, que fue el que se hizo rico con tus descargas. No me hables luego de solidaridad entre trabajadores cuando tú, mi trabajo, te lo pasas por el forro.

¿Lo quieres todo gratis? Me place y comprendo que lo defiendas. Pero cuando te traten como a un chino, con horario de chino y salario de chino, me placerá aún más. Cuando se te acabe el paro y quieras que hablemos de tu problema o nos manifestemos en solidaridad con tu problema, te responderé con un «me gusta» en Facebook, y que te vayan dando.